Por segundo día consecutivo, y sospechosamente insistente, Curri Valenzuela defiende la irrupción de Esperanza Aguirre en el circo de Pablo Iglesias. En un artículo en ABC, Valenzuela dice que "el enfrentamiento dialéctico de Esperanza Aguirre con Pablo Iglesias en La Sexta Noche del pasado sábado ha provocado una doble polémica: la primera, la de si la presidenta del PP madrileño hace bien en mantener su discusión pública con el líder de Podemos. La segunda, la desventaja que supuso para ella hablar por teléfono mientras él, sentado en el plató, gesticulaba, ponía los ojos en blanco y se reía de sus palabras: Aguirre se defiende en ambos casos: "Creo que hay que dar batallas ideológicas como ésta, pero no quería sentarme en ese programa".
Curri señala que la política madrileña "intentó acorralar una y otra vez a al recién llegado" al que algunos califican de "telepredicador", y que intervino en el programa porque "se lo pidió uno de los periodistas presentes, aunque ella ha rechazado las numerosas invitaciones a acudir a esa tertulia". Iglesias, continúa Valenzuela, "con mucha experiencia en los debates de televisión, sacó su mejor pegada frente a su adversaria" mencionando el incidente de tráfico de la presidenta del PP de Madrid.
Sobre cómo ha sentado en el PP, asegura Valenzuela que Aguirre "recibía sin cesar mensajes por el móvil de dirigentes de su partido felicitándola", aunque admite que no hay una "postura definida sobre cómo debe actuar el partido ante el fenómeno Podemos". "La presidenta del PP madrileño afirma que quiso dar argumentos a sus votantes contra el líder de Podemos", justifica.