El Mundo, optimista. "Sánchez, el líder para al cambio". "Supera con claridad a Madina al obtener el 49% de los votos. Ofrece a sus rivales un congreso de unidad para trabajar en proyecto ganador". Dice el editorial de Casimiro García Abadillo que "el discurso de los tres aspirantes fue, desde el principio, el de la renovación y la apuesta por políticas de izquierda, bien es cierto que sin concretar demasiado". Qué generoso es el director de El Mundo. Sin concretar demasiado. Pero si no decían ni sí ni no ni todo lo contrario. Pedro Sánchez, reconoce Casimiro, "ha sido poco claro ante cuestiones decisivas", así que "habrá que comprobar ahora" si se alía con Podemos. Y "hay que esperar" a ver qué pasa con el PSC. En fin, que no tenemos ni idea de lo que piensa hacer el flamante líder socialista. De momento "sólo se ha despejado la primera de las muchas incógnitas que hay en el PSOE". A quién tiene que llamar por teléfono Mariano Rajoy. Santiago González dice que lo mismo da que da lo mismo quién haya sido elegido. "Entre los problemas que tiene el partido en esta hora, el del líder no era el mas urgente".
Claro que él no está en el pellejo de Madina, sobre el que Lucía Méndez hace unos chistes graciosísimos. Dice que tiene un "carácter distante, áspero, incluso frío (…) Durante años Madina fue mimado para liderar la renovación del partido socialista. En la recta final, un desconocido joven, renovador y atractivo, le quitó a la chica, la subió en su moto y arrancó veloz". ¿A que es para mondarse? Madina, especialmente, se va a tronchar. Dice que tras el batacazo "se apreció un gesto de resignado fatalismo. Tal vez se haya quitado un peso de encima. El peso con el que le hicieron cargar sus admiradores". Pues claro, Madina, bobín, si te ha venido Dios a ver.
Federico Jiménez Losantos habla de Podemos y el PP. "La idea infantil de que tapándose los ojos desaparece lo que da miedo parece haberse impuesto en el PP para abordar el fenómeno de Podemos. Pero, bien mirado, Rajoy emite mensajes contradictorios: a los medios nos pide que se hable menos de Pablo Iglesias pero el PP no deja de habar de Podemos. O sea, que ellos sí pueden dosificar ese voto del miedo que según el análisis de Arriola le dará la victoria a Rajoy en las generales, sobre todo si antes se ha hundido el PP en las municipales y autonómicas". No hay quien los entienda, Federico.
El País demuestra ser muy mal perdedor porque Madina era su candidato. "Pedro Sánchez liderará el PSOE", titula seco en portada. Y lo deja sin editorial. Como un niño pequeño con una pataleta. Se esfuerza en dejar claro que Susana Díaz ha tenido la culpa de que perdiera su candidato. "Arrasa en Andalucía". El "triunfo aplastante" de Pedro en Andalucía "puede mantener la tesis de que la presidenta de Andalucía está detrás de la victoria". ¿Y qué si lo está?, se preguntarán. Pues yo me pregunto lo mismo, pero dice que es que Pedro Sánchez empezó "con una bicicleta" que le puso José Blanco, "fue creciendo, convirtiéndose en una moto" primero y al final "fue mutando en un vehículo al que se subieron muchos". Qué cosas más raras pasan en el PSOE.
Joaquín Prieto es la única opinión que encontramos en El País sobre el asunto. Dice que lo del apoyo andaluz no viene a cuento y que Pedro "ha sido elegido limpiamente". Eso sí, no le arrienda las ganancias. "Nadie puede esperar que el proyecto de Pedro Sánchez se contagie de populismo, pero tampoco prosperará sin dar una batalla clara por representar a la mayoría de la izquierda (...) Pero el PSOE tampoco volverá a ganar si abandona espacio de centro". O sea, que tiene que estar en la izquierda y al mismo tiempo quedarse en el centro. Pues se va a descoyuntar.
La Razón se despide de su admirado Alfredo. "Sánchez borra al rubalcabaismo". "Susana Díaz hizo una demostración de poder y Andalucía se volcó con el ganador. "El diputado vasco", dice haciendo leña del árbol caído, "no convenció ni en su tierra". Para Marhuenda, más contento que unas castañuelas, Pedro era "el candidato que ofrecía mayor garantía de centralidad". "Le queda por delante la ingente tarea de devolver la ilusión a los militantes socialistas y cohesionarlos en torno a un programa reconocible". Y como se le ocurra acercarse a IU o Podemos que se prepare, porque terminará "como un partido irrelevante, incapaz de fraguar los grandes consensos que necesitarán los españoles en los próximos años. Cabe confiar, por tanto, en el buen sentido político de Pedro Sánchez, del que ha dado muestras a lo largo de la campaña". Toni Bolaño lo dice todo en el titular. "Y Díaz volvió a ganar sin presentarse". L. Haurie firma dos perfiles destructores. Pedro es "un culiparlante discreto sin otra cualidad que su activos en las redes sociales, y una minuciosa transparencia ideológica que le ahorra el enojoso trabajo de pensar". Pero Madina se lleva la peor parte. "Sin olor, color ni apenas sabor. Un fabricante de titulares, un adulador de la plebe, un buenista recalcitrante (…) Enfermo de sectarismo, sin otro asidero ideológico que la agitación de un espantajo llamado 'derecha', que dijo sentir mayor rechazo por electores del PP que por los terroristas que lo mutilaron". De todo menos bonito.
ABC dice que "la militancia del PSOE apuesta por la opción centrista de Pedro Sánchez". Oye, pues va a ser verdad que era el candidato de la derecha mediática. "La victoria de Pedro Sánchez representa la contención de las bases socialistas a un exceso de radicalización por la izquierda para competir con los movimientos extremistas", dice el editorial. Sánchez "encarna una rectificación del zapaterismo hacia posiciones de izquierda nacional, más constitucionalista y constructiva que la alternativa de Eduardo Madina". Chico, Rubido, sabes un montón sobre el pensamiento político de Pedro Sánchez. ¿Y cuándo dices que lo ha hecho público? "El PSOE ha comenzado con buen pie su proceso de renovación, optando por el candidato más transversal y menos extremista, lo que a su vez debe alertar al PP frente a cualquier exceso de confianza sobre la duración de la crisis socialista". Bueno, bueno, menos lobos.
En La Vanguardia, Enric Juliana dice que ha ganado "un masovero", "palabra de origen catalán que nos describe al labrador que cultiva la masía que es de otro, como si las tierras y la casa fueran suyas. Pedro Sánchez es el masovero de la federación socialista andaluza". Eso sí, "el PSOE ha elegido a un masovero, pero no a un títere" porque "ha conseguido la autoridad suficiente para no ser tratado como un siervo". Pues no me queda claro si ser un masovero es bueno o malo pero ha sido una instructiva clase de Conocimiento del Medio catalán.