Seis heridos es el saldo del tercer encierro de los sanfermines que se ha caracterizado por una gran velocidad por parte de los primeros toros y encontrándose situaciones de peligro por parte del último toro rezagado de la ganadería. La ruptura de la manada ya desde el comienzo y quedar el toro suelto en el tramo de acceso a la plaza, ha originado finalmente una cornada.
En la información aportada por el médico Óscar Gorría, los diferentes traslados han sido dos heridos por asta de toro y otros dos heridos por contusión. Los dos heridos por asta han sido dos varones. El primero, mayor de 25 años, tiene una herida en el tórax y se encuentra semiconsciente. El segundo tiene una herida por asta en el muslo derecho es un ciudadano norteamericano, de Chicago, de 32 años de edad y se encuentra estable, según informó el parte médico.
En cuanto a los heridos por contusión, son todos varones de entre 18 y 25 años de edad. El primero ha sido tratado por una contusión craneal, debido a una caída durante la carrera; el segundo, también por caída, mantiene una contusión en el brazo derecho; y el tercero ha sido tratado por un pisotón, por una caída en el tramo de telefónicca norte.
El encierro ha sido en el primer tramo extraordinariamente rápido, durando en total tres minutos y veintidós segundos, al quedarse rezagado el último toro, quien ha llegado con una diferencia con respecto al resto de la ganadería de más de un minuto.
En el recorrido los toros han resbalado en varios tramos del encierro, que han corrido por separado, en tres grupos, lo que ha creado momentos de peligro, pero también excelentes carreras de los mozos.