El exministro socialista de Justicia Francisco Caamaño ha definido el sistema punitivo español "en general" como uno "de los más duros y severos". En su opinión, "la demagogia de seguir la cultura de la presión de las víctimas" provoca que el Código Penal esté inflado en cuanto a los años de condena.
"Algunos nos hemos opuesto a esta idea de volver a reintroducir la cadena perpetua en nuestro país", ha criticado, y advierte de que hay condenas de 40 años, "que es en muchos países el doble de su cadena perpetua", según ha explicado en los Cursos de Verano que organiza la Universidad Complutense de Madrid.
Caamaño ha afirmado que "la demagogia de seguir la cultura de la presión de las víctimas" provoca que el Código Penal esté "inflado en cuanto a los años" de condena y, por ello, opina que hay que ser "prudentes" con su utilización. "Quien ha hecho algo debe responder, pero no hay que olvidar que la finalidad de la pena según nuestra Constitución es la reinserción social de las personas", ha explicado.
Preguntado por las palabras del juez de la Audiencia Nacional José Ricardo de Prada en las que decía que las condenas a miembros de la banda terrorista ETA eran "largas y desproporcionadas", ha admitido no conocer "con detalle" las mismas, pero ha indicado que se han de "considerar algunos tipos de pena", aquilatarlas al entorno europeo y no tener "exceso punitivo".
Por otra parte, ha declarado sentirse "sorprendido" con la sentencia por la que la Audiencia Nacional ha absuelto a los 19 detenidos por el asedio al Parlamento catalán en 2011. En su opinión, las imágenes que ha visto "como ciudadano" por televisión, no le parecen "el mero ejercicio del derecho de manifestación" aunque ha matizado que respeta "la decisión de los tribunales" y que no ha leído la sentencia y sólo conoce por los medios de comunicación.
"Creo que hay un límite en la libertad de manifestación cuando se trata de representantes públicos, personas elegidas por los ciudadanos para que asuman una función", ha subrayado y señala que, en su opinión, los hechos que ocurrieron durante el asedio al Parlament "incurrían en responsabilidad".