El chupinazo que ha lanzado el presidente de la Cruz Roja en Pamplona, Mikel Martínez, ha abierto a las doce del mediodía las fiestas de San Fermín, en las que la ciudad se convierte durante nueve días en una marea blanca y roja que arropa los encierros de los toros e inunda los conciertos musicales.
El acto del chupinazo, lanzado desde el balcón principal del ayuntamiento, se ha desarrollado sin lluvia, que paró de caer sobre Pamplona quince minutos antes, ni incidentes en la plaza consistorial, abarrotada de personas.
El cohete lo ha lanzado el máximo responsable en Pamplona de Cruz Roja, entidad que este año cumple 150 años.