El diputado de IU Alberto Garzón, nuevo secretario de Proceso Constituyente y Convergencia de la coalición, considera "casi una obligación moral plantearse algún tipo de confluencia electoral" con otros partidos de izquierda como Podemos y Equo de cara a las elecciones generales.
En una entrevista en la Ser recogida por Europa Press, Garzón ha reconocido que las elecciones municipales están cerca y habrá lugares donde será posible "converger" y en otros que no, porque influirán "muchas variables".
En cambio, para las generales -previstas en principio a finales de 2015- ve necesario llegar a "algún tipo de confluencia", porque eso "permite multiplicar los resultados" mientras que la ley electoral "penaliza fuertemente" a la izquierda cuando va dividida.
No obstante, el diputado no ha precisado cómo sería ese acuerdo, porque "hay muchos modelos posibles" y ha asegurado que IU trabajará por la unidad "con generosidad", pensando en que "lo importante es transformar la sociedad.
Eso sí, ha añadido que la convergencia requiere que haya más partes que quieran sumarse a ella y ha asegurado que lo que le preocupa de su nueva responsabilidad no son tanto las elecciones como "converger con un magma social" que sirva para cambiar las cosas en España.
Garzón ha reconocido que, para facilitar esa convergencia con otros partidos, IU tiene que hacer una "adaptación" para ser instrumento de cambio social y para que la gente lo perciba como tal. En su opinión, en las últimas europeas la coalición no capitalizó el descontento social porque un sector de la población situó a IU "en el mismo eje que el PP y el PSOE", a su modo de ver "injustamente", pero con "elementos que lo fundamentan" como haber tenido un consejero en Caja Madrid que fue "naturalmente, responsable de la estafa". IU "actuó", ha proseguido, pero actuó "tarde".
Además, cree que los partidos y sindicatos de izquierda han cometido el "grave error" de institucionalizarse demasiado y pensar que "la sociedad se podía cambiar desde los despachos", de manera que se ha desconectado de la calle y "la calle ha cobrado vida" por otros caminos, a través de movimientos cívicos como la Plataforma de Afectados por la Hipoteca, el 15-M o las marchas de la dignidad.
El diputado ha dicho que comparte con el dirigente de Podemos Juan Carlos Monedero que uno de los problemas de la izquierda -no sólo del PCE, ha puntualizado- ha sido pensar en "términos de ego, de liderazgo y de luchas cainitas".
"La lucha de egos se tiene que acabar"
"Yo soy del PCE y tengo claro que la lucha de egos, intestina, de cómo luchar contra los fraternos compañeros se tiene que acabar, porque lo importante es otra cuestión", ha remachado.
Preguntado si ahora es el hombre fuerte de IU, ha replicado que él ya estaba en la dirección de la coalición, y que lo que ha sucedido es que el 25-M ha "ratificado" que hay un amplio sector de la sociedad "a la izquierda del PSOE", que está contra las "políticas de la troika" y que quiere regenerar el sistema político. "Eso requiere adaptar la organización a los tiempos de la sociedad, íbamos por detrás", ha dicho.