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Pablo Iglesias arremete contra los medios por su "obsesión" con Venezuela

El líder de Podemos entra en Europa como una estrella de cine, entre aplausos, halagos y peticiones de fotos.

Aunque recién aterrizado en el Parlamento Europeo, el líder de Podemos tiene muy claras cuáles serán sus prioridades en la próxima legislatura. Además de enrocarse en el discurso de Norte contra Sur con su "no queremos ser las colonias de los poderes financieros", y hacer numerosos gestos de austeridad con promesas como "los diputados de Podemos viajarán siempre en turista", Pablo Iglesias ha salido en defensa de la "calidad de la democracia" en Venezuela. "No entiendo la obsesión de algunos por presentar como regímenes totalitarios lo que está reconocido internacionalmente –infórmenme si me equivoco- una democracia formal", respondía a LD.

El proyecto de Podemos para los próximos cinco años en Bruselas no se va a quedar en denunciar que "la troika está destruyendo Europa", o en clamar contra el hecho de que "los países del Sur se conviertan en la periferia" y en cantera de "mano de obra barata". De hecho, el número uno de la formación ha dejado claro que mientras que el Parlamento Europeo ha tendido su mano a movimientos de oposición de Cuba o Venezuela, Podemos no piensa cuestionar la calidad democrática del régimen de Maduro. "No lo digo yo, lo dicen multitud de organismos internacionales", aseveraba, presentando como prueba el hecho de que "en muchas alcaldías gobiernen fuerzas en contra del partido que gobierna".

"Algunos medios dan una pésima imagen internacional al plantear cuestiones tan maniqueas como éstas", se quejaba, protestando por que se cuestione siquiera la calidad de la democracia en Venezuela, aunque califica de "muy legítimo estar en desacuerdo" con su Gobierno. Además, Iglesias se mostró convencido de que en el futuro, "habrá alguien que se presente a las elecciones y las gane, que es lo que ocurre en los países normales".

La "altura política" de Willy Meyer

Iglesias también se ha pronunciado en contra de las Sicav, instrumentos que juzga "pensados para que los ricos no paguen impuestos" y a las que les atribuye el poder de "cerrar escuelas y hospitales". En ese sentido, el hecho de que el Parlamento contribuyera a financiar un plan de pensiones complementario para los eurodiputados le parece "una barbaridad". Por eso, ha aplaudido la dimisión del hasta ahora número uno de IU en la Eurocámara, Willy Meyer. Para el líder de Podemos, su dimisión debería ser ejemplo para el resto de partidos, a los que, a su entender, "ha dado una lección de coherencia y altura política".

Lo cierto es que en su primera rueda de prensa tras ser nominado candidato de la Izquierda parlamentaria (GUE) para presidir el Parlamento –puesto que no tiene posibilidades reales de conseguir, pero que denota el terreno que ha ganado a IU nada más aterrizar en Bruselas- ha estado jalonada de numerosos guiños a la austeridad de su formación, a la que presenta como contrapunto a los privilegios de los diputados de la cámara. "Los diputados de Podemos viajarán siempre en turista", aseguraba, además de explicar que renunciará también al chófer que pone a su disposición el Parlamento Europeo para desplazarse del aeropuerto a las sedes de Bruselas y Estrasburgo, "si otro medio sale más barato". "Hasta ahora, estamos moviéndonos en taxi", aclaraba.

El fenómeno Iglesias ha llegado a los pasillos del Parlamento Europeo, donde le paran continuamente empleados, espontáneos y hasta asesores políticos de grupos rivales para alabarle su carisma o incluso pedirle una foto. El furor ha ido tan lejos, que un representante de la Asociación de la Prensa Internacional ha tenido que recordar a los presentes en la sala de prensa que "no se aplaude a los representantes políticos" que rinden cuentas ante la prensa.

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