El PP de Cataluña ha denunciado que al menos una decena de menores ha sufrido insultos e incluso agresiones en diversas escuelas catalanes por vestir la camiseta de la selección nacional de fútbol. Así lo manifestó la diputada popular María José García Cuevas en el Parlamento catalán durante la defensa de un propuesta para que la Generalidad vele por el respeto a los valores y símbolos constitucionales en la enseñanza.
En su intervención en la comisión parlamentaria de Asuntos institucionales, de este miércoles, García Cuevas afirmó que "la situación actual (en alusión al proceso separatista) está dando lugar a un aumento alarmante de comportamientos intolerantes y contrarios a la convivencia en el ámbito de la Educación, con casos de insulto, violencia física, intimidación y acoso a alumnos, por ejemplo, por exhibir camisetas de la selección española de fútbol, símbolos constitucionales o simplemente manifestar sentirse españoles".
Según la diputada, son decenas los padres y profesores los que han pedido ayuda, asesoramiento en el PP o, simplemente, han querido denunciar y dejar constancia de sus casos. En el apartado de los profesores, "también se está dando el caso de docentes que sufren el rechazo de sus compañeros por no apoyar la politización de las actividades lectivas y escolares", declaró García Cuevas.También se refirió a casos de escarnio contra los padres por pedir educación bilingüe "en ocasiones con el apoyo de instituciones locales, que prestan los medios públicos para difundir dicho escarnio", ha manifestado.
La petición del PP de "reforzar el respeto al marco Constitucional y Estatutario, así como a los principios del Estado de Derecho, por parte de docentes y alumnos, en el ámbito de la enseñanza" fue rechazada por el resto de los grupos parlamentarios. Entre los argumentos de la resolución frustrada, el PP apunta que "a través de las instituciones se está trasladando a la sociedad catalana, y especialmente a los más jóvenes, una sensación de permisividad respecto de determinados incumplimientos y una pérdida de valor y falta de respeto por la reglas de nuestro Estado de Derecho", en alusión a la no aplicación de las sentencias lingüísticas y al fomento del odio a España implícito en las consignas y discursos separatistas.