¿Sabían que Cervantes era catalán? ¿Y que Santa Teresa de Jesús también? Cataluña ha sido víctima de la apropiación por parte de la historiografía española de todas sus glorias y gestas, desde El Quijote al Descubrimiento de América. Y todos sus grandes héroes han sido "nacionalizados" españoles en una maniobra destinada a ocultar al mundo la existencia de la gran nación catalana.
Por ejemplo, un manual escolar de "Conocimiento del Medio" para niños de diez y once años consigue omitir la existencia de España y situar el origen de Cataluña en la prehistoria en poco más de cincuenta páginas. El análisis de contenidos pone de relieve la manipulación y la "contaminación" nacionalista del manual escolar Medi natural, social i cultural, Barcelona, Barcanova, 3ª ed. 2011, firmado por C.-A. Trepat y otros. El libro está destinado a niños de quinto de Primaria y dedica 63 páginas, de la 180 a la 243, a "explicar" el periodo entre la prehistoria y la Edad Media, en una suma antológica de la doctrina nacionalista en lo relativo a la negación de España y la construcción de los orígenes míticos de Cataluña.
Rafael Arenas García, catedrático de derecho inernacional privado en la Universidad Autónoma de Barcelona y padre de una niña de diez años escolarizada en un centro público catalán, ha repasado al detalle el libro. Los resultados de su análisis son demoledores. En las 63 páginas no aparece ni una sola vez el término "España" o "Hispania". Según esta denuncia, "toda la parte del libro de "Medi" está dedicada a fomentar la "catalanización" de los estudiantes, ofreciéndoles una visión de la Historia que se centra casi en exclusiva en el territorio catalán. Las relaciones con otros espacios se presentan de manera parcial y, además, claramente orientada a eludir las conexiones de Cataluña con el resto de España (excepto los "Países Catalanes", claro). De hecho, en las 63 páginas que se dedican en el libro a la Historia desde la Prehistoria hasta la Edad Media, pasando por la colonización romana, los visigodos, las invasiones árabes y la unión con Aragón no aparecen ni una sola vez las palabras "España" o "Hispania" ¿cómo se puede explicar la Historia Antigua de lo que ahora es Cataluña sin mencionar la palabra "Hispania"? Difícil ¿no? Bueno, pues este libro lo consigue. Ni una sola vez en 63 páginas. Lo más cercano es el término "Marca Hispànica" que aparece ¡una sola vez! (p. 212); además de figurar también una vez en un mapa (p. 213). Alucinante. Por contra la palabra Francia sí que aparece, e incluso se hace una pequeña explicación del reino franco", escribe el profesor Rafael Arenas.
En el estudio se consignan todas las obsesiones nacionalistas y se desgrana su aplicación e influencia en los criterios docentes. Así, se constata: "En la p. 184 se habla de los yacimientos arqueológicos con restos humanos más antiguos. Se dice que los más antiguos de Europa son los de Atapuerca, situados en Castilla y León (ya hemos evitado decir España) y luego se indica que los más antiguos "en territoris de parla catalana" se encuentran en el Rosellón. ¿"Territoris de parla catalana"? ¿en la Prehistoria? ¿Se dedicará alguien a ver cuál es el yacimiento arqueológico más antiguo en los territorios de habla italiana o alemana o sueca? ¿Qué sentido tiene tal indicación? ¿Quizás hacer calar la idea de que Cataluña existía ya desde el comienzo de los tiempos?".
Continúa el análisis de texto: "En la p. 188 se indica "Entre l'any 10000 i 8000 aC, al territorio on actualmente és l'Iran..." Correcto, el territorio que actualmente es Irán (y que entonces, hace 10.000 años, no era Irán, evidentemente). En la misma página, sin embargo, se indica "Al territorio català els caçadors i recol·lectors van comenzar a ver de pagesos i de ramaders cap a l'any 5000 aC." ¡Vaya! Irán no existía hace 10000 años, pero Cataluña sí hace 7000. A continuación, en la misma página, se remacha la idea: "Durant el período Neolític a Catalunya enterraven el morts..." Tenemos Cataluña ya en el Neolítico. ¿Problemas de expresión? Lo dudo porque en el caso de Irán bien que se cuida el libro de indicar que no hace referencia a un imaginario Irán prehistórico, sino al territorio en el que actualmente se ubica Irán".
El "informe" de este padre incide en que si bien parecería inevitable hablar de Hispania para abordar la romanización, el libro de texto consigue eludir el espinoso concepto con desenvoltura: "Llegamos a la época de los íberos y de los romanos. Aquí se trata -parece- de evitar a toda costa mencionar los términos España o Hispania, así que todo sucede en "la península ibérica", allí vivían los íberos, ahí llegan los fenicios, allí se establecen los romanos. Siempre la Península ibérica y nunca términos como España o Hispania. Así, en ningún momento se menciona que Tarraco (la actual Tarragona) fue la capital de la Tarraconense (o Hispania Citerior), una provincia romana que ocupaba todo el norte de la actual España, hasta llegar a Galicia. Este dato que podría tener algún interés para los alumnos catalanes es obviado, seguramente porque no interesa que parezca que el territorio catalán tenía vínculos con eso de "las Españas" y así sobre Tàrraco lo que se dice es lo siguiente (p. 200): "La ciutat més important del territori català en temps dels romans va ser Tàrraco (Tarragona), que tenia aigua corrent a moltes cases. També va ser important Barcino (Barcelona)"".
Ninguna fase de la historia queda fuera de la catalanización forzosa. De esta forma, el libro escolar fija el nacimiento de Cataluña en varias ocasiones. Afirma el catedrático Arenas: "A partir de la p. 208 entramos en el nacimiento de Cataluña (así se denomina el tema). Curioso que sea ahora cuando nace teniendo en cuenta que, tal como hemos visto, ya venía siendo referente desde la Prehistoria. (...) En todo este relato no se hace ninguna referencia a la situación del resto de "la península ibérica", excepción hecha de la mención de que los musulmanes no habían ocupado "algunos rincones de Asturias, Cantabria y el País Vasco" (p. 211) y a la existencia de Al-Andalus, con capital en Córdoba (también en la p. 211). Y en la p. 216 llega, finalmente, el nacimiento de "La Corona catalanoaragonesa" (sic). Allí se realiza una apresurada explicación del nacimiento del reino de Aragón (necesaria, claro, para poder explicar a continuación la unión con Cataluña) e incluso se dice literalmente "Alfons I (1162-1196). Va heredar de la seva mare el regne d'Aragó i del seu pare els seus comtats catalans. A partir d'aleshores el conjunt de territorio s'anomenara Corona catalanoaragonesa". Una Corona, por cierto, que jamás fue conocida por "catalanoaragonesa". El análisis redactado de Arenas sobre este manual escolar se puede leer en este blog.