El padre de Asunta Basterra, la niña de Santiago asesinada el 21 de septiembre del año pasado, tenía en su ordenador fotografías en las que la menor aparecía vestida con un corsé y unas medias o abierta de piernas, además de fotografías pornográficas de otras chicas que parecen menores, según informa La Voz de Galicia.
Alfonso Basterra había borrado todos los archivos de su ordenador personal y de su teléfono móvil, así como los de un portátil que ocultó durante semanas a los investigadores, haciéndolo aparecer de nuevo en su piso una vez ya formateado. Los expertos, sin embargo, han sido capaces de recuperar buena parte del material eliminado.
Así, han encontrado imágenes en las que Asunta aparece vestida con un corsé y unas medias, con un uniforme parecido al que se usa en ballet, y en una actitud que los investigadores consideran impropia para haber sido su padre quien las tomó. En otras imágenes está recostada en un sofá; en otra, con los pies apoyados en un cojín, y en otras, incluso, con las piernas abiertas. Además, hay fotos donde la menor aparece dormida. En total son unas quince imágenes.
Estas no han pasado desapercibidas para el fiscal del caso, Jorge Fernández de Aránguriz, ni para la acusación popular, que ejerce la asociación Clara Campoamor. Está por ver si las fotos sirven de base para abrir otra línea acusatoria, de la que también formarían parte otros dos indicios: uno, el ADN de Alfonso Basterra hallado en las bragas de su hija; dos, los numerosos episodios de sedación acreditados por los análisis del pelo de la pequeña y que, por testimonios de las profesoras de Asunta, ocurrían después de que la menor hubiese dormido en casa de su padre.
Además de las extrañas fotos de Asunta, en el ordenador de Basterra había mucho contenido pornográfico. Parte tiene como protagonistas a mujeres asiáticas que parecen menores, aunque no es posible concretar su edad en las fotos.
Poemas de Asunta
El material gráfico fue remitido en los últimos días al Juzgado de Instrucción número 2 de Santiago de Compostela junto a unos poemas escritos por la niña. En uno de ellos, Asunta, alude a sustancias estupefacientes.
"Su sonrisa tan brillante como el sol. Era la más profunda y hermosa boca. Le encantaba la verde, clara, blanca col y también la blanca clara coca", dice el poema.
En otro de ellos, Asunta escribe "mi madre es avariciosa pero no preciosa. Corre peor, bebe mejor", además dice "no sabe hablar pero si regañar".