Los servicios jurídicos y de protocolo del Congreso de los Diputados han iniciado hoy los preparativos para la tramitación parlamentaria de la abdicación del Rey Juan Carlos, así como del acto de coronación solemne ante las Cortes Generales del Príncipe de Asturias, el futuro Felipe VI. Sin embargo el futuro del Rey continúa en el aire.
Nuestra legislación no recoge qué será del Rey cuando deje de ser Rey, ni qué estatus tendrá ni qué tratamiento habrá que darle. Este vacío legal se debe a que en 39 años ningún gobierno ha querido acometer la regulación del proceso sucesorio, como establece el artículo 57.5 de la Constitución.
El presidente ha convocado un Consejo de Ministros extraordinario para tramitar la renuncia del Rey al Trono, mediante la aprobación de la Ley Orgánica que establece la Constitución. Pero, según Moncloa, será una ley que recogerá únicamente ese aspecto, por lo que el futuro del Rey tendrá que ser acometido en otra ley orgánica posterior.
En Inglaterra, por ejemplo, existe el título de "Reina madre" posición reservada para una reina consorte viuda cuyo hijo o hija es el monarca reinante. Sin embargo, en Bélgica el rey Alberto II, que abdicó el año pasado, y su esposa Paola, mantienen sus títulos de reyes, por lo que el país cuenta con dos reyes y tres reinas (la esposa de Felipe, Matilde, que ejercerá el cargo, Paola y Fabiola). Beatriz de Holanda, por su parte, que también abdicó en su hijo en 2013, retomó el título de princesa de los Países Bajos, princesa de Orange-Nassau y princesa de Lippe-Biesterfeld.