Letizia Ortiz, Reina de España. La abdicación de don Juan Carlos, decidida en enero, plantea sin duda un nuevo horizonte en la monarquía española. En sus diez años como princesa, quien fuera periodista de TVE e inminente reina de España (primera sin sangre real en sus venas) ha aportado a la Casa Real una mayor cercanía a la realidad, incluso en un contexto de crisis y escándalos, y demostrado sobradamente su responsabilidad, pese a sus dimes y diretes con la prensa e incluso con la propia Familia Real. Pero sobre todo, ha ayudado a reforzar al Heredero de la Corona y enfatizar su responsabilidad frente a los desmanes de un Rey envejecido.
Su notoria enemistad con Juan Carlos, enfatizada a raíz del escándalo del caso Nóos, así como su diferente forma de comportarse dentro y fuera de Palacio, han revolucionado la Casa Real y le han granjeado la enemistad de no pocos trabajadores de la institución. El diferente ritmo de vida de la princesa le ha ocasionado no pocos problemas y roces, enfatizados además por su fuerte y decidido carácter. Pero jamás, a pesar de las publicitadas crisis del matrimonio, -aireadas este mismo año por la propia Zarzuela, pero nunca demostradas, en una de las múltiples maniobras para dañar la unión y la imagen de Felipe y Letizia- el amor entre ellos se ha visto afectado.
Cabe preguntarse cómo afectará a la vida privada de Letizia, de la que siempre ha sido tan celosa, el salto definitivo a Reina de España. Y no por su incapacidad. Al fin y al cabo, ni siquiera es ya la única en ese aspecto: la princesa Mary de Dinamarca, la duquesa Catalina de Inglaterra y la princesa Mette Marit de Noruega tampoco proceden de alta cuna.
Agenda oficial
No obstante y pese a todo, su actividad oficial siempre ha estado presente, al menos en la medida que Casa Real lo ha permitido. Y especialmente en lo que actividades científicas, educativas y solidarias se refiere: su compromiso con las enfermedades raras ha sido especialmente reseñable en este aspecto.
El primer viaje de la pareja al extranjero tuvo lugar el 28 de junio de 2004, con una visita al Papa Juan Pablo II en el Vaticano. Su primera visita oficial fuera de Europa fue a México entre el 17 y 20 de julio siguiente. Pero no fue hasta octubre de 2006 que Letizia estrenó una agenda de trabajo propia con la inauguración del colegio Príncipes de Asturias, en la localidad madrileña de Pozuelo de Alarcón. Dos años antes, en noviembre de 2004, ya había presidido su primer acto oficial en solitario, la inauguración del IX Congreso de Academias Iberoamericanas de la Historia, debido a la ausencia de don Felipe que tuvo que asistir en Abu Dabi a las honras fúnebres del jeque Zayed bin Sultán al-Nahyan. El 15 de junio de 2005, doña Letizia pronunció su primer discurso, en Logroño, en un acto de la Guardia Civil y en presencia del príncipe.
Sin sangre real
Licenciada en Periodismo en la Complutense, ni una sola gota de sangre real corre por las venas de Letizia. La todavía princesa de Asturias, al igual que otras como Kate Middleton, no nació en Palacio, sino que es hija de la enfermera Paloma Rocasolano y del periodista Jesús Ortiz. Su mudanza de un piso en Valdebernardo a Zarzuela, no es un cambio habitual.
Sin duda, un currículum que contrasta con el de la reina Sofía, que lleva casada con Juan Carlos 52 años y que cumplió el pasado 2 de noviembre 75 años. Tanto la Reina como los príncipes han intensificado en los últimos años su actividad oficial, especialmente ante las intervenciones quirúrgicas del Rey. En los últimos tiempos doña Sofía ha mostrado su cercanía hacia su hija pequeña, la imputada infanta Cristina.
Sin duda, un currículum muy distinto al de Letizia. Mientras ésta tuvo que atravesar algunos episodios oscuros como el de su divorcio de Alonso Guerrero, doña Sofía tuvo que vivir en el exilio siendo muy pequeña, durante cinco años (1941 a 1946). Letizia y Felipe, por su parte, se conocieron en casa del periodista Pedro Erquicia, y el flechazo fue instantáneo. El noviazgo, casi también.
Amiga de la moda española, su diseñador de cabecera es Felipe Varela. Sobria y elegante, sus looks y outfits a menudo ocupan titulares en la prensa del corazón. Su carácter es meticuloso y muy fuerte, y a menudo se han interpretado como discusiones con Felipe lo que tan solo son conversaciones entre ambos.
Hace sólo unos días, la presencia de las infantas Leonor -de ocho años- y Sofía -de siete- en su primer acto oficial, junto a sus padres, en la tribuna de una ceremonia militar en la base aérea de San Javier, se reforzaba la imagen de continuidad institucional de la Corona. Pero también mostraba, una vez más, la foto de una mujer pendiente de sus hijas y, tal vez ya, consciente de su futuro inminente como reina y madre de la nueva heredera de la Corona. Letizia parece haber seducido a los españoles como princesa, y lo tiene todo para modernizar la institución como Reina. Para ella, en todo caso, llega la hora de la verdad.