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El Gobierno espera ir "de la mano" del PSOE con o sin Rubalcaba

El Rey había informado hace semanas tanto a Rajoy como a Rubalcaba aunque se vieron el jueves pasado para cerrar los detalles.

En los peores momentos, cuando su popularidad caía en picado tras su accidente en Botsuana o por el caso Urdangarín, el Rey siempre recibió el respaldo público de los dos principales actores de la vida política. Esto es, el presidente del Gobierno y el líder de la oposición. Y fueron ellos, tras el príncipe Felipe, los primeros en conocer la noticia de su abdicación. El 31 de marzo se lo comunicó a Mariano Rajoy y tres días después a Alfredo Pérez Rubalcaba, según la versión de Zarzuela. Él tomó la decisión en enero, según estas mismas fuentes.

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En el Gobierno, sólo unos pocos conocían el bombazo informativo. Una vez hecha la "convocatoria urgente" de la declaración institucional del presidente, muchos decían desconocer a qué se debía. "Sólo sé que es importante", en voz un asesor gubernamental, a poco menos de una hora del un anuncio. La citación de Moncloa pillaba al poder político de Madrid en el desayuno informativo de Ignacio González y muchas caras delataban la sorpresa. "¿Qué está pasando?", se le escuchó decir a un alto cargo, ante el movimiento en la sala. Soraya Sáenz de Santamaría, también en el acto, sí que estaba al tanto de lo que estaba ocurriendo: primero hablaría el presidente y, poco después, el jefe del Estado daría sus razones.

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Rajoy y Rubalcaba guardaron el secreto al monarca, con quién se vieron el jueves pasado para ultimar los detalles. Hasta ese momento, se desconocía la fecha exacta aunque el anuncio, según Zarzuela, en ningún caso se habría hecho antes de las elecciones europeas. También conocía las intenciones de don Juan Carlos Rafael Spottorno, el jefe de la Casa, que tiene línea directa con la Moncloa. Las fuentes consultadas aseguraron desconocer si los resultados de los comicios o la crisis que estos han generado en el PSOE hayan influenciado. Cabe destacar que la abdicación se produce semanas antes de que el juez Castro decida si mantiene la imputación de doña Cristina.

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De lo que no hay duda, según fuentes del Ejecutivo, es que el Gobierno y el principal partido de la oposición "irán de la mano" en esta cuestión. Al menos, a corto plazo. La abdicación está estudiada y existe "acuerdo" sobre la hoja de ruta, incidieron. Y de ahí que los discursos de Rajoy y Rubalcaba sobre el Rey fueran coincidentes. "Nos deja una impagable deuda de gratitud", afirmó el primero. "Ha asegurado la integridad del Estado y perseverado el funcionamiento de la instituciones", añadió el segundo.

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Así, para este martes, el presidente ha convocado un Consejo de Ministros extraordinario para tramitar la renuncia del Rey al Trono, mediante la aprobación de la Ley Orgánica que establece la Constitución.

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Está todo "bien atado" entre los tres actores -el rey, el presidente y el líder de la oposición-, resumía un alto cargo del PP. El momento "era ahora", interpretaron en Génova, que pusieron el acento en que Rubalcaba "aún dirige y sale en los medios como secretario general". Así, la preocupación del Gobierno estriba en lo que está por llegar en el PSOE. "Dependiendo de la persona, en los asuntos de Estado podremos seguir estando de acuerdo o no. Es muy importante lo que ocurra en los próximos meses en Feraz", según un asesor. En todo caso, en la Moncloa deslizan que los contactos van más allá de Rubalcaba.

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El rumor, durante toda la legislatura

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El rumor sobre la posibilidad de que don Juan Carlos diera un paso atrás llevaba tiempo en los círculos de poder. Tanto, que destacados políticos del PP y el PSOE no dudaron en poner encima de la mesa, siempre en privado, las bondades de don Felipe en no pocas ocasiones esta legislatura. "Es la mejor cara de España", en voz de un destacado miembro del Gobierno hace unos meses.

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Pero, incluso entonces, todos coincidían en algo: la última palabra siempre la tendría don Juan Carlos. Y, según interpretan ahora, ha querido ordenar varios asuntos. Para empezar, abdica una vez han recuperado su actividad institucional y está bastante más recuperado tras "pasar por el taller" en varias ocasiones. Su imagen de este lunes dista mucho de la ofrecida en la última Cumbre Iberoamerica, a la que no pudo asistir pero sí envió un mensaje por televisión. Pero, también, en un momento en el que empezaba a recuperar apoyo ciudadano, según las encuestas internas realizadas por la Casa.

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Con respecto a España, la recuperación económica empieza a tomar forma -según un ministro- y el Rey no quería marcharse "con el barco a punto de hundirse". Si bien, se reconoce en el Gobierno, el país se enfrenta a retos muy importantes. Por ejemplo, la ofensiva separatista. Don Juan Carlos ha pedido la implicación del poderoso empresariado catalán, pero Artur Mas sigue sin dar su brazo a torcer.

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Zapatero lo sabía "hace semanas"

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Los expresidentes también se pronunciaron sobre la decisión del jefe del Estado. La sucesión en el trono, en palabras de José María Aznar, "reafirma el sentido institucional de la Corona como garante de la continuidad y de la estabilidad del sistema constitucional español". A través de un comunicado, el responsable de FAES valoró "la importancia" de la institución "para el presente y el futuro de España" y se mostró convencido "de que la continuidad de la nación y la fortaleza de nuestro sistema democrático" encontrarán en don Felipe "una garantía tan sólida" como en su padre.

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Por su parte, José Luis Rodríguez Zapatero desveló que conocía el paso que iba a dar don Juan Carlos "desde hace semanas". "Hay que tener confianza" en que el Rey "haya acertado" abriendo "una nueva etapa en la vida pública, y en la Jefatura del Estado". El líder socialista mostró su "máximo respeto" y tachó de "razonable" el momento del anuncio.

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Como ocurre en política, no pasaban ni unos minutos de la declaración del monarca y ya todo el mundo hablaba de los retos del futuro Rey. Felipe VI, coincidieron importantes diputados, tiene muchos retos por delante. Pero tendrá el respaldo cerrado del Gobierno. Y, a priori, también del principal partido de la oposición. Si bien, cargos del PP advirtieron de que primero "el PSOE tiene que poner en orden su casa". En paralelo, la posible reforma de la Constitución va cada día cogiendo más peso pese a que, este mismo fin de semana, Rajoy volvió a pedir consenso antes de abrir el melón.

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