Marhuenda echa chispas con el éxito de Pablo Iglesias, El coletas, en las tertulias televisivas. "Con estupor, casi con horror, acogen sectores políticos y empresariales la gran victoria de El coletas", dice desabrido hoy en El Submarino de La Razón. "O sea, ese ultraizquierdoso llamado Pablo Iglesias, a quien se le dieron plataformas televisivas y tertulias a destajo", se queja. "¿Quién le apoya y quién lo permitió?", se pregunta en plan retórico."Nadie le conocía hace un año y se ha convertido en el rojeras más mediático del país. Esto dará que hablar". En un ataque de celos descontrolado, el también estrella de las tertulias de la misma cadena, cree que esto se tiene que acabar. "¿Va a seguir en los platós noche tras noche para incrementar votos? Es fuerte y merece una profunda reflexión".
El director de La Razón no es el único que arremete hoy en el periódico de Lara contra su jefe. También lo hace Ussía en su columna. Podemos "ha pasado de la nada a tener cinco escaños gracias a la inversión mediática de La Sexta en beneficio de su dirigente Pablo Iglesias. En este apartado, hay que felicitar efusivamente a los principales ejecutivos de Atresmedia, que también pueden considerarse vencedores", dice con un cabreo monumental que viene de lejos.
Pero La Razón no es el único periódico que culpa a la televisión del triunfo de Iglesias. En El Mundo, Arcadi Espada nos cuenta que él pasó por la experiencia de debatir con el chico del momento en Las mañanas de Cuatro. "La impresión fue formidable", dice. "La cabeza de Iglesias funcionaba adherida a la estructura general de esta tertulia sin precio", dice. "Iglesias es diputado gracias a la información basura y nadie puede esperar que su política reniegue de lo que le dio el ser". Y también le quiere cortar las alas. "La pregunta es cuánto tiempo va a aguantar la democracia española esta zafia contradicción de distribuir el tiempo dedicado a cada partido en la información electoral en razón de su fuerza parlamentaria, mientras en las tertulias, allí donde la opinión cristaliza, algunos candidatos exhalan su ínfima demagogia sin límite de tiempo ni delirio". Pues te cuento Arcadi que IU ya lo intentó (lo denunció a la Junta Electoral) y le dijeron que esto es lo que hay.
En ABC, Jaime González no quiere ser menos y cuenta que él también ha tenido trato directo con la "estrella catódica". De hecho el de Podemos le llamó "perro", o sea que lo ha sufrido en sus carnes. Jaime González contestó al insulto con gran comedimiento diciendo que "alguien capaz de llamar perro al que piensa distinto es un peligro para la convivencia". Dice que le han puesto a caldo en las redes sociales, "por donde se maneja como Pablo por su casa", así que le responde en las páginas de ABC, que es lectura habitual de los fans de Podemos. "¿Por qué ser de derechas te convierte en perro? Y ¿por qué los perros de derechas no pueden enseñar los dientes cuando les insultan gravemente? (…) A mí no me llama perro por mucho que haya logrado un millón largo de votos en las elecciones del domingo. Y si me lo llama, le contesto como me viene en gana", dice con gran indignación.
Tras este desahogo dice Jaime que no entiende la salida de tono de Iglesias, porque luego se llevan la mar de bien. "Lo curioso del caso es que mantengo con Pablo Iglesias una relación de cordialidad discrepante, fruto del roce que no hace el cariño, sino los platós de televisión. Ayer hasta le felicité y le di un abrazo cuando me lo encontré en la sala de maquillaje. Hay que ver lo educados que Podemos llegar a ser los perros de derechas". Y lo tontos, Jaime, si me lo permites. Lo mismo crees que la cordialidad es recíproca.