Uno de los feudos electorales del PP, Madrid, ha sido conquistado por las formaciones de izquierda. No gracias al PSOE de Tomás Gómez, eso sí, que sigue cayendo de manera imparable (del 35,61% al al 18,98%). Pero es que los populares descienden nada menos que casi 19 puntos con respecto a las mismas elecciones de 2009. Del 48,58% de los votos que consiguió entonces al 29,89% que ha logrado esta vez.
Mientras, Podemos de Pablo Iglesias irrumpe de manera brutal en la Comunidad y se sitúa nada más y nada menos que como tercera fuerza política por encima de IU y UPyD, quedando así: Podemos, 11,28%; UPyD, 10,56%; IU-LV, 10,51%. Por su parte, Ciudadanos y Vox, que se presentaban por primera vez en Madrid, consiguen el 4,78% y 3,63%, respectivamente.
Y al contrario de lo que ocurre con populares y socialistas, tanto la formación magenta como los comunistas experimentan un crecimiento significativo: del 6,85% de los votos que obtuvo el partido de Rosa Díez en 2009 al 10,55%; y del 4,54% que consiguió la formación de Cayo Lara en los pasados comicios europeos al 10,50%.
Histórico por catastrófico ha sido el resultado del PP en otro de sus feudos, la Comunidad Valenciana. Con el 99,47% escrutado, los populares obtienen el 29,09% de los votos, 23 puntos menos con respecto a las anteriores. Pero el PSOE sigue en caída libre, también en esta comunidad, lo que consigue salvar un poco la cara a Alberto Fabra: los socialistas consiguen el 21,63%, casi 16 puntos menos. Aquí, UPyD y Podemos se sitúan en cuarto y quinto lugar respectivamente.
En Galicia, el PP ha ganado las elecciones, pero, con el 99,24% escrutado y el 35,19% de los votos, ha caído casi 15 puntos respecto a los apoyos que obtuvo en los anteriores comicios de 2009, -50,01%.
El PSOE se ha dejado 14 puntos, al bajar del 35,29% al 21,73, y el BNG, que concurría en la coalición Los Pueblos Deciden con Bildu, ha quedado relegado a quinta fuerza con un apoyo del 7,90%, cuando en las elecciones de junio de 2009 esta organización política, que pasó por una escisión en 2011, había quedado tercera con el 9,08.
La coalición AGE, que tiene como socios preferentes a Anova e Izquierda Unida, ha repetido bajo la alianza La Izquierda Plural el éxito de las autonómicas gallegas de 2012, cuando se gestó e irrumpió con 9 escaños en el Parlamento de Galicia, y se ha situado como tercera fuerza con un respaldo del 10,52%. UPyD ha crecido algo más de dos puntos, al pasar del 2,26% cosechado en 2009 a un 3,47. Irrumpe, también en esta comunidad, Podemos, que se sitúa en cuarta posición (con el 8,34% de los votos) por encima del BNG y UPyD.
Por último, en Castilla y León apenas un 48,52% de los 2,16 millones de electores acudieron a las urnas. Aquí el PP también se ha estrellado, bajando casi quince puntos con respecto a 2009.
El PSOE también pierde en esta comunidad. Pasa de un 38,21% a un 23,40% de votos en la región. UPyD se ha consolidado como la tercera fuerza política, con 79.985 votos. La formación magenta ha duplicado los apoyos que recibió en el año 2009, cuando logró sumar 40.240 votos.
Y Podemos también ha arrasado, arrancando con 78.082 votos. Una cifra excepcional si se tiene en cuenta que IU ha logrado pasar de 25.849 votos del 2009 a 79.452 en estos comicios. Entre las dos fuerzas suman más de 130.000 votos de izquierdas que merman aún más los apoyos al PSOE.
Ignacio González llama a la "reflexión"
La primera reacción ha llegado desde Madrid. A la vista de los resultados, el presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, ha apostado por una "reflexión" sobre el alejamiento del electorado popular y ver cómo recuperarlo.
En declaraciones a los medios en Pozuelo de Alarcón, González ha afirmado que "por una parte, se ha ratificado la victoria del PP que vuelve a ganar estas elecciones cinco años después en un momento de enorme dificultad y después de una crisis muy profunda" en la que se han visto "obligados a tomar unas medidas difíciles, duras, que lógicamente han provocado un cierto distanciamiento" de su electorado.