El 13 de mayo de 1844, el Gobierno de España hizo público un Real Decreto que detallaba el nacimiento de un nuevo cuerpo de seguridad pública, de naturaleza militar, cuyo objetivo principal es "proteger eficazmente las personas y las propiedades", en un momento histórico en el que la inestabilidad política y el bandolerismo ocasionado por las guerrillas conformadas durante la Guerra de Independencia han convertido buena parte de España en un país sin ley.
Fundado por el mariscal de campo Francisco Javier Girón y Ezpeleta, segundo Duque de Ahumada, por encargo personal de la reina Isabel II, que fue la encargada de elegir el nombre del nuevo cuerpo, dependería "del Ministerio de la Guerra en lo concerniente a su organización, personal, disciplina, material y percibo de sus haberes, y del Ministerio de la Gobernación en lo relativo a su servicio peculiar y su movimiento".
Inicialmente, se compuso de 14 jefes, 232 oficiales y 5769 guardias repartidos en 14 Tercios, recuperando de este modo un término de gran tradición y prestigio en la historia militar española, que hace referencia a unidades selectas del Ejército en la época de los Austrias. El reclutamiento de sus integrantes tuvo lugar durante el verano de 1844, siendo entrenados en las instalaciones del Ejército en Madrid, Leganés y Vicálvaro.
El 1 de septiembre de 1844, día del nombramiento del Duque de Ahumada como Inspector General de la Guardia Civil, tuvo lugar la presentación oficial del Cuerpo con una parada militar ante las autoridades dónde mil ochocientos setenta guardias desfilaron organizados en sus compañías y escuadrones haciendo gala de marcialidad y mostrando una nueva uniformidad en la que era nota distintiva un original sombrero de tres picos de origen francés: el tricornio, que con el tiempo se convertiría en uno de los símbolos representativos de la Guardia Civil y de nuestro país.
Este martes, el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, presidió en el Colegio de Guardias Jóvenes de Valdemoro (Madrid) el acto central conmemorativo del 170 aniversario de la creación del Instituto Armado, en la que aseguró que la Guardia Civil, "tras estos 170 años, no sólo ha servido a España, sino que se ha convertido en parte de su patrimonio y de su marca", y destacó que la institución "no ha cambiado en lo esencial en estos años, aunque se ha adaptado a la realidad social de cada momento, como demuestra la incorporación de la mujer" hace veinticinco años.
Destacó "el valor y abnegación" de los guardias civiles destinados en las unidades del País Vasco y de Navarra, principalmente durante los años más duros de la lucha contra ETA; la "profesionalidad y eficacia" de las unidades de información y antiterroristas; la "alta preparación e instrucción" de los miembros de la Agrupación de Reserva y Seguridad (GRS) y la "cualificación técnica y la capacidad de investigación" de las unidades de Policía Judicial.
También ensalzó el "compromiso" de los guardias civiles que luchan contra todo tipo de fraudes, como los que afectan a las prestaciones de la Seguridad Social, "cuestión particularmente sensible para todos en la actual coyuntura socioeconómica"; así como "el espíritu benefactor de las unidades de intervención en montaña o la capacidad de sacrificio y esfuerzo" de los componentes de la Agrupación de Tráfico.
Jorge Fernández Díaz tuvo un recuerdo especial para los agentes del Instituto Armado que prestas sus servicios en las fronteras y en la lucha contra la inmigración irregular, "reconociendo cómo, cumpliendo con vuestro servicio, afrontáis con entereza los crudos dramas humanos que contempláis cada día y el sufrimiento personal de quienes solo buscan un futuro mejor".
Además del titular de la cartera de Interior, también acudieron al acto la ministra de Empleo y Seguridad Social, Fátima Báñez; el Jefe del Estado Mayor de la Defensa (JEMAD), el almirante Fernando García Sánchez; el secretario de Estado de Seguridad, Francisco Martínez; el subsecretario del Ministerio del Interior, Luis Aguilera; el secretario general de Instituciones Penitenciarias, Ángel Yuste; el director general de la Guardia Civil, Arsenio Fernández de Mesa, y el director general de la Policía, Ignacio Cosidó, entre otras autoridades civiles y militares.