"En estos días casi es mejor que hablemos por teléfono", nos avisa José Antonio Ortega Lara. El ex funcionario de prisiones se encuentra en estos momentos viajando por toda España con Vox. "Nosotros tenemos que hacer nuestra campaña a pie de calle", explica. Es un hombre madrugador, por ello hablamos con él a primera hora de la mañana. "Prefiero hablar con vosotros temprano, después tengo un acto y tengo que escribir mi discurso", cuenta. No tiene problemas en responder a ninguna pregunta. Su voz solamente se entrecorta en el momento que recuerda aquellos terribles 532 días en los que la banda terrorista ETA lo tuvo secuestrado en un zulo de 3 metros de largo y 2,5 de ancho, excavado bajo una gruesa plancha de hormigón en una nave industrial de Mondragón.
El próximo 1 de julio se cumplen 17 años de aquel día en el que la Guardia Civil lo liberó de sus secuestradores. En estos años, Ortega Lara ha abandonado el PP por diferencias ideológicas y también por el trato que se le dio en su partido a María San Gil. Hace tan sólo unos meses ha vuelto a la política para formar parte de Vox, ya que "no podía permanecer impasible con lo que está pasando en España".
¿Por qué en estos momentos y por qué con Vox?
La verdad es que yo vivía muy tranquilo, yo no sé si he acertado o no entrando en política. Lo que sí que sé es que no podía seguir así, permaneciendo impasible ante todo esto. La verdad es que mi entrada en Vox no tuvo una sola causa. Por empezar por alguna, ver el ambiente de degradación que se respira en España, el alto grado de corrupción que hay en nuestra política, la manipulación y politización de la justicia, la falta de un rumbo decidido contra los nacionalismos, y sobre todo, en mi caso, ver cómo la lucha contra ETA ha cambiado por completo. Hemos entrado en una fase de negociación política donde se le ha otorgado a la banda terrorista ETA carta de naturaleza como interlocutor válido con el gobierno de la nación.
Razones a las que se suma algo que me dijo mi hijo. Hace unos meses me comentó que estábamos dejándoles un país en muy malas condiciones. A mí me dolió tanto aquello... A mí, que me ha tocado jugarme la vida sin quererlo, pero jugarme la vida por España, estas cosas me afectan.
Usted también fue militante del PP, estuvo en varias campañas electorales. Ahora está en Vox. ¿Qué diferencias ve entre ambos?
Vox viene a cubrir el espacio que en su día dejó vacío el PP, y las diferencias entre ambos son muy grandes. Vox propone cosas que el PP parece haber abandonado. Entre ellas, mantener la unidad de España. Los nacionalismos están más exacerbados que nunca, en el caso de Cataluña en abierta rebeldía contra las instituciones del Estado. También consideramos que la actual estructura territorial del Estado es un modelo agotado, supone un gasto enorme que no nos podemos permitir.
Pero sobre todo, defendemos el imperio de la ley contra el terrorismo sin negociación política. El gobierno actual no ha hecho más que asumir como propios los compromisos heredados de aquella hoja de ruta que se fraguó en la mesa negociadora entre el gobierno socialista y ETA.
Podíamos hablar también de la necesaria reforma de la ley de partidos, de la ley electoral, y de la reforma también de la ley de financiación de partidos. Entre otras cosas para que los candidatos de los partidos sean elegidos por los militantes y no por el dedo divino, para que haya listas abiertas... Otra promesa del PP fue eliminar las subvenciones a los partidos políticos, a las organizaciones empresariales y a los sindicatos, y hace unos días hemos visto cómo se repartían 52 millones de euros del erario para su propaganda en la campaña de las europeas.
El presupuesto de Vox es muy distinto…
Vox está con la gente, nosotros tenemos que hacer nuestra campaña a pie de calle, además los medios que tenemos son muy limitados, y también, por qué no decirlo, algunos de los medios de comunicación mayores nos hacen un poco el vacío, no así los medios más locales. Pero como nuestra mejor baza es la calle nos dedicamos a patear todos los pueblos y ciudades con los pocos medios de que disponemos. Muchas personas nos reciben con los brazos abiertos diciendo que ya era hora de que formásemos un partido político con las ideas claras.
Y entre los otros partidos políticos, ¿cómo les han recibido? ¿qué piensa Ortega Lara de aquellos que dicen que Vox molesta al PP?
Nosotros lo que hacemos ahora es ocupar el espacio que tuvo el PP y ha abandonado. El PP de Aznar y el actual no se parecen en nada, las bases siguen siendo las mismas pero las cúpulas dirigentes desviaron su rumbo. Lo único que digo es que podían haberlo dicho antes de las elecciones, así hubiéramos votado en otra dirección.
Una campaña, la del PP, en la que prácticamente no estarán personas como Aznar, San Gil o Mayor Oreja ¿qué le parece esto?
Yo no puedo responder por la cúpula del Partido Popular, pero sí puedo decir qué haría yo. Creo que es un error prescindir de personas como San Gil o Mayor que, entre otras cosas, se jugaron la vida por luchar contra el terrorismo.
Un terrorismo, el de ETA, que según dice el ministro del Interior está "muy débil ". Dice que se puede considerar que "hoy ETA son sus presos y poquito, poquito más".
Nuestro querido ministro nos vende la imagen de que ETA esta derrotada, y no es así. A raíz de la negociación política, ETA está más viva que nunca, eso sí, desde un punto de vista político. Está en las instituciones donde disponen de dinero, poder e información. Esta era una de sus reivindicaciones, la otra era la liberación de sus presos, y a partir de la doctrina Parot se está cumpliendo.
Fuera de la cárcel es donde también se encuentra uno de sus secuestradores, Bolinaga
Bolinaga fue una excarcelación por razones políticas, no sanitarias. La realidad es que eso a mí me dolió mucho. Y digo que es una decisión política porque yo sé que hay enfermos mucho peores, pero mucho, que no van a ser excarcelados. Pero lo único que deseo es que disfrute de su libertad y que le sirva para pensar todo el mal que ha hecho.
Y luego está lo de Inés del Río. La derogación de la doctrina Parot afectaba solamente a ella y en 24 horas asistimos al espectáculo en el que el gobierno llevó a cabo la excarcelación de un montón de asesinos y violadores. Da la sensación de que en este país la justicia es para los delincuentes, los corruptos y que las víctimas del terrorismo y otros muchos ciudadanos nos encontramos en una situación de indefensión.
¿Por qué cree usted que el Gobierno ha seguido esta hoja de ruta, por qué le ha hecho esto a las víctimas?
Las víctimas somos molestos siempre, porque somos como la voz de la conciencia para aquellos políticos acomodados apoltronados, y que no quieren problemas, que quieren pasar página.
¿Y quién le ha decepcionado más en este Gobierno?
Indudablemente, quien más me ha decepcionado ha sido el actual presidente del gobierno, Mariano Rajoy. ¿Qué quiere que le diga?, nunca pensé que la política antiterrorista de este gobierno iba a seguir este cauce. Del anterior presidente del Gobierno, de Zapatero me lo esperaba. Pero entre las promesas electorales del señor Rajoy estaba la no negociación. Quizá no se ha sentado con ellos directamente en la mesa negociadora, pero lo que ha hecho es asumir todos los compromisos adquiridos por el anterior gobierno y está siguiendo a pies juntillas su hoja de ruta, eso es prácticamente lo mismo que negociar.
¿Qué siente al ver cómo ha cambiado todo en estos años, usted que se jugó la vida por España?
Decepción, desamparo e, incluso, también rabia. A pesar de ello hay que acatar las normas porque si no estaríamos en la ley de la selva. Pero una cosa es el acatamiento externo y otra la aceptación interna, eso es imposible.
Una clara propuesta de Vox es la no negociación política, todos tenemos que ser iguales ante la ley y estos señores, los asesinos de ETA tienen que cumplir sus condenas. Pero visto cómo ha ido el devenir de las negociaciones de este gobierno y del anterior, y que a ETA no se le ha exigido contrapartida alguna, lo veo difícil a corto plazo. Pero todo puede cambiar en esta vida.
¿Usted ha perdonado?
Yo vivo sin miedo, sin odio y sin olvido, me ha costado mucho perdonar, pero lo he hecho. No por ellos, sino por mí y mi familia. Creo que es absolutamente necesario para llevar una vida normal. A la persona que odias seguramente no le interese y solo te perjudicas a ti mismo. Y también es importante porque el odio aflora y perjudicas a las personas que tienes a tu alrededor.
Pero el olvido no es posible porque si olvidamos este tipo de cosas estaríamos abocados a que se volvieran a repetir.
¿Qué es lo que no podrá nunca olvidar de aquellos 532 días? ¿Cual es su peor recuerdo?
Tendría una legión de ellos, no sabría ni cuál decirle. Pero quizás, el shock emocional de los primeros días, y la degradación física e intelectual de los últimos meses.
Allí me mantuvo vivo el recuerdo de mi familia y la oración, rezaba todos los días paseando por mi pequeño habitáculo sin ni siquiera rozarme con las paredes, ya me lo sabía de memoria. Y también no dejar nunca de hacer ejercicio físico y asearme, aunque tuviera el cuerpo y el alma destrozada.
Pero usted llegó a creer que moriría allí
Llegué a la convicción de que era mi destino final, perdí la esperanza. El día que me liberaron pensé que hasta la Guardia Civil eran terroristas, que para mayor escarnio personal me iban a matar fuera, delante de todos ellos. Ahora estoy vivo gracias a Dios, a la Guardia Civil y a lo mucho que rezó mucha gente por mí. Es difícil pero todo llega en esta vida.
Lo único que no puede llegar es el olvido. Episodios como el mío y el de otras muchas víctimas, episodios tan crueles de nuestra historia tienen que ser escritos con vencedores y vencidos. Como vencidos los terroristas y como vencedor el estado de derecho. Y tiene que ser así por España y por la libertad.