La Guardia Civil continúa investigando al conductor de la retroexcavadora JCB Mixta que arrolló en la noche del pasado jueves un microbús provocando la muerte de cinco niños de un equipo de fútbol de Monterrubio de la Serena, que regresaban de competir en un pueblo cercano.
El detenido, de 37 años, y que responde a las siglas F.F.M. y que es conocido en Castuera -donde vive- como "Sotero", dio positivo en consumo de cannabis y cocaína en el control que le hicieron tras el accidente. Éste fue el motivo de su inmediata detención por parte de la Guardia Civil.
En cambio, fuentes de la investigación consultadas por Libertad Digital, señalan que el detenido pudo haber huído del lugar del accidente tras arrollar al microbús. Así, tras el accidente, continuó circulando con su retroexcavadora por el camino al que había girado provocando la colisión. No en vano, el vehículo agrario que conducía "sotero", tan sólo presentaba algunas marcas del impacto en la parte delantera izquierda, pero los daños no le impedían seguir la marcha.
Algunas fuentes que estuvieron presentes en el lugar del accidente poco después de que se produjera, señalan a Libertad Digital que en el lugar del siniestro sólo vieron el microbús. Por su parte, el portavoz de la Cruz Roja en Extremadura, Jesús López Santana, destacó que los servicios de emergencia desconocen si entre las personas que atendieron estaba el conductor de la retroexcavadora o no. Lo cierto es que ninguna de las fuentes consultadas recuerda haber visto la excavadora ni en la cuneta, ni en la calzada, ni por el camino rural donde giró. Al menos, hasta donde alcanzaba la vista en la oscuridad de la noche.
Según cuenta el diario El Mundo este sábado, "Sotero" habría huído a pie del lugar del accidente y habría sido descubierto por los agentes de la Guardia Civil junto a los cerdos que cuida en una finca cercana. De momento, y hasta que concluya la investigación, la juez le imputa cinco delitos de homicidio por imprudencia, otro de lesiones grave y otro contra la seguridad vial.
Los dos vehículos implicados en el accidente tenían el seguro en regla y el autobús, matriculado en 2000, tenía la ITV pasada. Tráfico no tiene constancia de que la retroexcavadora, matriculada en 2005, hubiera pasado la inspección técnica de vehículos, que tenía que haber superado en julio del año pasado, ya que este tipo de maquinaría debe hacerlo cada ocho años.