Según los cargos consultados, la cocina de las encuestas da un más que aceptable resultado para el Partido Popular en las elecciones europeas. La victoria, puesta en duda hace no tantos meses, parece ahora más cerca que nunca y la dirección nacional no quiere que en el sprint final se baje la guardia. Hay que echar el resto, repiten, y movilizar al electorado. Y por ello, a partir de este mismo viernes, Mariano Rajoy se implicará con una caravana paralela a la del candidato, Miguel Arias Cañete.
Los populares -estaba buena parte de la dirección nacional y varios eurodiputados- salieron a los aledaños de su sede nacional para cumplir con la tradicional pegada de carteles. Si bien, conocido el terrible accidente en Extremadura, lo primero que se hizo fue guardar un minuto de silencio.
"Ahora, más que nunca, pico y pala", recetó Esperanza Aguirre, la presidenta de los populares madrileños, ante decenas de simpatizantes. Fue la única que se acordó de las víctimas del terrorismo: "Queremos un Parlamento europeo comprometido con la libertad y que colabore con los españoles para acabar definitivamente con el terrorismo", reclamó, citando expresamente a Teresa Jiménez Becerril, número 3 de la lista electoral.
Aguirre prometió que el PP "se presenta con sus principios y valores de siempre" al tiempo que elogió de forma encendida a Cañete. "Está para servir a los ciudadanos y no para servirse de ellos", aseguró. Ana Botella e Ignacio González también tomaron la palabra para proclamar el cambio de tendencia en materia económica e insistir en la importancia de los comicios. "El PP ofrece candidatos fiables que no tienen que manipular su currículum", arengó a los suyos González.
Poco antes de las doce, el candidato subía al atril: "Si fuera socialista lo primero que haría sería pedir perdón a los españoles por todo el daño que han hecho a España", afirmó. A Cañete se le pasaba la hora y tres minutos después de media noche pulsaba el botón que descubría el cartel electoral en una gran pantalla instalada en plena calle. Y, tras intensas jornadas de precampaña a pesar del retraso de su designación, cumplía con la tradición y pedía formalmente el voto para el PP.
"Este partido siempre ha cumplido sus compromisos electorales. Siempre cumple", aseguró Cañete, para quién España "ha dejado de ser el problema" de la Unión Europea y esto se ha conseguido gracias al Gobierno de Rajoy. A partir de ahora, le espera una intensa actividad electoral por todo el territorio electoral. En paralelo, el presidente también se pondrá el mono mitinero y acudirá a Zaragoza, Barcelona, Valencia, Sevilla o Málaga. Las encuestas, reconocen, son positivas. Pero insisten: aún hay que "recuperar" a mucho votante descontento. "Como dice la presidenta (Aguirre), pico y pala”, en palabras del propio candidato.