El juez que investiga las heridas causadas a Esther Quintana ha concluido que su versión es cierta y que la manifestante perdió el ojo por el disparo de una pelota de goma de los Mossos d'Esquadra, en una actuación policial que cree "imprudente y desproporcionada". En un auto, el titular del juzgado de instrucción número 11 de Barcelona, Francisco González Maíllo, desestima la petición de la acusación particular ejercida por Quintana de que se tramite el caso por lesiones dolosas al entender que la intervención policial fue imprudente, no intencionada.
En la misma resolución, el magistrado recuerda que tanto los mossos como el Departamento de Interior han negado "desde el primer momento" que se dispararan pelotas de goma en la jornada de huelga general del 14N en la que Quintana perdió el ojo e insiste en que, de lo instruido hasta ahora, se desprende que la versión cierta es la de la manifestante.
Para el juez, "la conclusión incidiaria no es otra que las lesiones de Esther Quintana le fueron ocasionadas por una pelota de goma lanzada por el agente imputado -del furgón Dragó 40- por orden del subinspector", que también está encausado.
El magistrado basa su conclusión en los informes de los forenses, que señalaron que una pelota de goma es "el único objeto que pudiera haber causado esas lesiones" a la manifestante, de acuerdo con la literatura médica, y descarta que fuera herida por un proyectil de precisión -que Interior sí admite haber empleado el 14N-, porque en esa zona y a esa hora no se dispararon y porque estos generan "unas consecuencias lesivas mucho menores". El instructor sostiene además que la actuación policial en la que Quintana perdió el ojo fue "desproporcionada", dado que la pelota de goma se disparó en paseo de Gràcia, lugar donde transcurrió "la manifestación mayoritaria, pacífica, convocada por los sindicatos". "No aparece en las distintas grabaciones que se estuvieran produciendo especiales incidentes en el lugar. Los manifestantes, cual el caso de la perjudicada, se estaban marchando", argumenta el magistrado.
En opinión del juez, no se trata (Quintana) "de una persona que participara en actos violentos de enfrentamiento con la policía, sino de alguien que ejerce su legítimo derecho constitucional de manifestación y se encuentra con una actuación policial que cabe considerar indiciariamente desproporcionada y acaba perdiendo el ojo por esa actuación imprudente desde el punto de vista penal".
González Maíllo da credibilidad a la versión de Quintana, en base a la declaración de los testigos y a las grabaciones aportadas a la causa, y admite que la manifestante recibió el impacto de una pelota de goma cuando se giró para comprobar si su acompañante la seguía, en la confluencia entre el paseo de Gràcia y la Gran Via.