El PP compromete el arranque electoral de Cañete al prescindir de Aznar
La brecha se agranda. Aznar lo copó todo el día de la presentación del programa. "No he tenido noticia del PP", admitió. "Y nada más, a otra cosa".
José María Aznar dejó claras varias cosas para convulsión del partido del que todavía es presidente honor. La primera, que habría estado encantado de participar en la campaña electoral porque Miguel Arias Cañete -que fue ministro suyo- le parece el candidato idóneo. La segunda, que ni Mariano Rajoy ni nadie de la dirección nacional le ha invitado y que por eso no pedirá esta vez el voto para el PP. Y la tercera, que puede provocar cuando él quiera un auténtico torrente mediático capaz de hacer sombra ni más ni menos que a un programa electoral y a un relevo ministerial.
Así, y por si aún cupieran dudas en los círculos políticos y periodísticos, el expresidente aclaró que si por primera vez desde 2004 no estará en los mítines es porque Génova así lo ha querido. Lo dijo gráficamente en conversación informal con este diario: "Yo voy donde me invitan. Donde no me invitan, no puedo estar". Esto es, que él siempre está a disposición del PP y que ha cerrado su agenda internacional -ahora, aseguran, inamovible- al constatar que no se contaba con él.
La actualidad política dio un vuelco una vez se confirmó la asistencia de Aznar en la conferencia que su mujer, Ana Botella, daba en la Foro ABC. Ante una auténtica nube de informadores, el responsable de FAES trató de abrirse paso no sin dificultades. "No puedo cambiar las cosas", dijo sobre la situación de tensión creada. Aunque aclaró: "me hubiese encantado hacer un mitin con Miguel Arias. Es un gran amigo y una gran persona".
"Y nada más, a otra cosa", remató ante los periodistas con una sonrisa forzada. A esa hora, el citado candidato presentaba formalmente el programa con el que concurre a las elecciones, pero ya Aznar se había convertido en el monotema; los dirigentes se mandaban mensajes de texto con sus declaraciones y se comentaba su "incursión" mediática. "Si ha podido estar con Ana (Botella), también podría haber estado en un acto de precampaña o campaña. Lo que no ha habido es interés", resumía un cargo, citado en el mismo foro, que opinaba que la culpa era de ambas partes.
Aguirre: "Organizamos un mitin rápidamente"
Con la expectación ya en máximos, Esperanza Aguirre daba con la solución: "no tiene problema el señor Aznar. Soy la presidenta del PP de Madrid y organizamos un mitin, pero vamos, rápidamente". Si bien, Aznar insistió que "a estas alturas, no he tenido noticia del PP" y las fuentes consultadas recalcaron que ya es prácticamente imposible conciliar agendas. No habrá foto con Cañete… ni con Rajoy. El expresidente no estará en España en campaña y tendrían que cambiar mucho las cosas para que esto cambiara.
La invitación de Aguirre fue tachada de oportunista en algunos sectores del partido –incluso dentro de FAES-, pero ella insistió en hablar de Aznar, ya por la tarde ante el Comité Ejecutivo de los populares madrileños. Aunque sin reiterar la sugerencia, definió al expresidente como un líder capaz de aglutinar bajo las siglas a todo el espectro de centro-derecha. Y entró en harina: "El PP tiene que hacer todo lo que esté en su mano para que todos sus integrantes estén a gusto en él", y aún añadió que le "entristece"que compañeros "de toda la vida" y con "trayectoria consolidada" se hayan marchado, informa Paloma Cuevas.
Ni rastro del programa en los medios
Mientras, en Génova, algunos altos cargos se tiraban de los pelos. Ni rastro del programa en los medios digitales, tampoco de Cañete. En privado, tampoco se hablaba de otra cosa que de la brecha. "No entiendo lo que ha pasado", resumía un ministro. Luego, se pudo ver a Aznar despachar de forma animada con Alberto Ruiz Gallardón y Ana Pastor, también asistentes al acto de ABC. Él era el protagonista: el que centraba las miradas, los chascarrillos, al que –pese al desplante- todos querían saludar.
Ni desde el PP ni desde FAES se quiere hablar de ruptura, pero la relación es compleja y cada día más fría. Javier Arenas intentó restar importancia al nuevo bache: Aznar es "fundamental" para el futuro del partido y le procesa "mucho respeto y admiración". Pero no estará en campaña, para alarma de históricos de la formación y de varios barones. La mayoría de preguntas que le dirigieron a Botella, por supuesto, fueron en relación a su marido: "estoy de acuerdo con Arias Cañete cuando dijo que nunca tuvimos tanto poder en la UE ni aceptación mayor que con Aznar", afirmó sobre la cuestión.
Botella está molesta, al igual que Aznar. Pero cuida sus palabras, habida cuenta de que su candidatura a la alcaldía de la capital no está ni mucho menos cerrada. Un diputado próximo al expresidente apunta que, de ser él, estaría "muy dolido". Y no pocas voces apuntan en privado a la necesidad de reconducir la relación. En la convención de Valladolid, la ausencia del presidente de honor fue la noticia. En la campaña a las europeas, se vuelve a repetir y hace sombra, incluso, al programa electoral. "Algo estamos haciendo mal", resumió un veterano popular.
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