Nuevo Consejo de Universidades. Y mismas posturas enfrentadas. De un lado, la sostenida por el Ministerio de Educación -representado en la reunión por la número dos del ministro, Montserrat Gomendio-, que mantiene para el próximo curso la nota media en un 5,5 para acceder a la matrícula gratis y un 6,5 para tener derecho a ayudas económicas. Y de otro, los rectores, que vuelven a pedir que se regrese a la exigencia del 5 para obtener la gratuidad total de los estudios.
"Todos los estudiantes universitarios de este país de alguna forma son becarios, puesto que dependiendo del nivel de tasas", los alumnos están percibiendo un nivel de beca que "como mínimo es del 75% y en la mayor parte del 85% del coste de los estudios que están cursando". Se refiere Gomendio a que los estudios universitarios están sufragados por el Estado en un 80%. A los alumnos becados los contribuyentes pagan el 100% de la carrera. "Siempre hemos defendido que no se debe solicitar el mismo nivel de exigencia para percibir niveles de apoyo diferentes por parte del Ministerio", recordó la secretaria de Estado, al tiempo que defendió que "el alumno se tiene que corresponsabilizar del esfuerzo que hace la sociedad para poder garantizar que continúe sus estudios", por lo que consideró que "no es lógico tener el mismo nivel de exigencia para un aprobado", que para "poder cursar unos estudios gratuitamente" ni para el caso de "percibir una cuantía".
Rechazó así el argumento esgrimido por los rectores, que lo que no comparten es que, "si el requisito de acceso para estar en la Universidad es de un 5, el requisito de acceso para solicitar una beca sea de 5,5". "No entendemos que existan distintos niveles para pedir una beca y distintos niveles para entrar en la universidad", dijo el presidente del CRUE, Manuel López.
"De ninguna forma" el decreto de becas "atenta contra el principio de igualdad de oportunidades", opinó, por contra, Gomendio, para quien el sistema debe incentivar el esfuerzo y "los estudiantes, en cuanto se modifican las reglas de juego, responden mejorando su rendimiento" y haciendo el sistema "más eficiente". Y rechazó que los estudiantes puedan tener una "exigencia única de un 5 para poder acceder a una beca" pues ya hay exigencias distintas para cada titulación.
Siguiendo esta línea, argumentó que en el curso 2011/2012, "cuando no había ninguna exigencia de rendimiento académico para obtener una beca", el 40% de los alumnos de primer curso obtenían beca y el 37,3% la perdían al finalizar el primer año, mientras que el 20% abandonan los estudios.
"El sistema está dotado de una cuantía enorme de recursos, es importante asegurar la eficacia del sistema y garantizar que son aquellos estudiantes que realmente están dispuestos a hacer ese esfuerzo los que pueden obtener una beca", remachó, para insistir en que todas las políticas del Ministerio están encaminadas a "incentivar el esfuerzo y a reconocer el mérito".
De hecho, el Ministerio mantiene que los estudiants becados se están esforzando más desde que los requisitos (la nota media) se han endurecido. De ahí que haya más estudiantes que la consiguen y por tanto menos dinero a repartir. No obstante, los rectores tampoco opinan igual en este punto. De hecho sostienen que precisamente este endurecimiento de las condiciones de acceso lo que ha provocado es una criba de los alumnos con notas inferiores al 5,5, logrando así que suba la nota media. Sin embargo, esto no explicaría por qué los estudiantes han recibido de media casi 300 euros menos este curso si la dotación económica destinada a las becas ha sido mayor.
Y para rizar más el rizo, Gomendio quiso matizar lo que ella misma había admitido un día antes: que cada estudiante había recibido una beca de menor cuantía este curso. Los becados universitarios, "si se tienen en cuenta las tasas que no tienen que pagar, están percibiendo por parte de las administraciones educativas aproximadamente 500 euros más que el año pasado". Explicó la secretaria de Estado que las comunidades autónomas incrementan las tasas universitarias hasta un máximo del 25% del coste real, como han hecho Madrid y Cataluña, y las "tasas se encuentran alrededor de una media de 1.600 euros". El incremento de las tasas también fue una decisión de su ministerio, aunque cada comunidad podía moverse en una horquilla de entre el 15% (como mínimo) y el 25% (como máximo) y ya estaba en vigor (ese incremento) el curso pasado, respecto al cual los becarios han visto reducida su ayuda económica.
Por último, Gomendio se referió a la situación de los becados universitarios españoles en comparación con otros países. Hay una "diferencia fundamental" con respeto a la UE y es que España tiene "becas a fondo perdido", mientras que la "mayor parte de los países han optado por un sistema de préstamos que los alumnos tienen que devolver, en muchos casos, sólo si acceden a empleos que estén por encima de un nivel de retribución determinado".