El periodista y escritor Abel Hernández, gran conocedor de los entresijos de los acontecimientos que sucedieron en España durante la Transición, acaba de publicar en la editorial Plaza y Valdés su nueva obra: Secretos de la Transición. En un breve encuentro con periodistas en el Círculo de Bellas Artes, Hernández quiso dejar claro que la publicación de su libro no ha sido oportunista y recordaba cómo entrego el escrito mucho antes de que Suárez comenzara a empeorar. Precisamente, uno de esos "secretos" que revela en esta obra es cuándo comenzó el deterioro de la salud de Adolfo Suárez. Según Hernández, los problemas neurológicos del expresidente se iniciaron varios lustros antes de su muerte.
Más tarde, en la presentación oficial de la obra, en el Centro de Estudios Políticos y Constitucionales, José Cuenca, que fuera embajador, amigo y también confidente de Adolfo Suárez, se ayudó de un manuscrito para desvelar una de los últimos secretos que le confió Suárez durante una conversación en septiembre de 2001 en la que ambos recordaron los viejos tiempos en el Gobierno y las relaciones que ambos trabaron en política internacional.
Según Cuenca, en aquella charla Suárez le sugirió que plasmara en un libro los acontecimientos históricos que en ese momento estaban recordando. El propio Suárez le animó a escribir y se prestó para ayudarle con tantos documentos, notas o escritos que pudieran ilustrar cada uno de los episodios. Cuando José Cuenca dijo que, de hacerlo, sería en 2005, cuando tenía prevista su jubilación. Entonces, Suárez confesó: "Entonces no podré ayudarte. Tengo lesiones cerebrales irreversibles y en 2005 ya no seré nada", según recuerda el propio Cuenca.
Así, el diplomático, que dijo desvelar este secreto por primera vez desde entonces, destacó uno de los secretos de la Transición: que la enfermedad degenerativa que sufrió Adolfo Suárez comenzó, al menos, en la segunda mitad de la década de los 90.
La dimisión de Suárez
En su libro, Abel Hernández dice desentrañar lo que para él era una de las incógnitas más destacadas de aquel periodo. ¿Por qué termina cambiando de opinión Suárez y decide dimitir? La respuesta se encuentra en el día en que el Rey le convoca tras suspender urgentemente una cacería en una finca de ICONA tras conocer que varios militares se habían personado en Palacio. El Rey hace llamar a Suárez y lo deja solo con sus visitantes sorpresa. Fue allí donde pusieron al presidente entre la "pistola" y la pared, "fuera la pistola real o metafórica", matizaba Hernández.
Éste fue el capítulo que hizo a Suárez cambiar sus planes, ya que, pese a la oposición feroz que estaba sufriendo por parte de todos los sectores y poderes, seguía haciendo planes en política internacional y con la Alianza Atlántica hasta el mismo día antes de aquella reunión-encerrona.
Pese a todo, Abel Hernández ha querido dejar claro que, aunque el Rey pudiera cometer algunas equivocaciones o "imprudencias" no quiso renunciar a mantener "la vía constitucional y democrática" para cambiar las cosas. En cualquier caso, sí que recuerda que al Rey le llegó un escrito del general Armada -"vía Sabino", recuerda el autor- en el que se proponía un gobierno de salvación, pero del que advirtieron al Monarca, había sido redactado por un "gran constitucionalista". Entonces, Sabino confesó a Abel Hernández, "al Rey aquello no le pareció mal".
Catalanes, vascos y la reforma política
Otra de las personalidades que aportó su granito de arena a la presentación del libro de Abel fue el profesor Ramón Tamames, quien quiso recordar algunos de los capítulos que más le han llamado la atención de la obra. Se trata de las negociaciones para las reformas política y administrativa y el diseño de la España de las autonomías.
Según recordaba Tamames, a los catalanes "se les ofreció un pacto fiscal similar al del estatuto vasco" y "lo rechazaron". Además, "el PNV no votó la propuesta de Letamendía" para establecer el "derecho de autodeterminación", sino que votaron "en contra".
El PSOE y el partido comunista
Otro de los secretos más llamativos de aquella época ha sido desvelado en la presentación por el propio autor y confirmado inmediatamente por el profesor Tamames: el Partido Socialista de Felípe González no era partidario de la legalización del Partido Comunista antes de que se celebraran las primeras elecciones. Según contó Abel, las cábalas electorales hacían pensar a los socialistas que si contaban con el voto que se iría al PC, obtendrían la mayoría necesaria para gobernar.
Finalmente, se aprobó antes consiguiendo que el proceso electoral fuera totalmente democrático y acorde a la constitución dando como resultado el Gobierno que conduciría a España por la senda de la consolidación democrática.
La obra de Hernández es un libro de lectura muy cómoda y dinámica que recoge algunas de las claves de la caída de Suárez y la intentona golpista del 23-F que ha logrado desentrañar tras publicar, años atrás, obras tan determinantes como Suárez y el Rey (Espasa), Don Juan y Juanito (Espasa) o Despídete de tu madre y serás Rey de España (Espasa).