Este miércoles, el diario El Mundo cuenta un escalofriante caso que evidencia el funcionamiento de la Justicia en España. Una niña de Huelva de sólo once años se ha visto obligada a vivir enfrente de su tío, que abusó de ella y que fue condenado por estos hechos a dos años de prisión y a una orden de alejamiento. Pese al incumplimiento sistemático de esta medida, el hombre no ha pisado la cárcel y continúa viviendo en un piso muy próximo al de la pequeña. Cuenta el diario que la menor no puede salir sola de casa y que sólo una carretera le separa de su agresor.
Los hechos ocurrieron cuando la niña tenía ocho años y la familia vivía de forma temporal en Cartagena. En esa época, el tío de la pequeña vivía con ellos y aprovechó la circunstancia para abusar de la menor. Un día la madre lo sorprendió y, tras denunciarlo, fue condenado a dos años de cárcel y a una orden de alejamiento. El pederasta reconoció los hechos, según recoge la sentencia.
Pese a que tiene prohibido acercarse a la niña a menos de cien metros, el condenado incumple sistemáticamente la medida y continúa viviendo al lado de su víctima. La madre, en declaraciones a El Mundo, no entiende por qué nadie le hace cumplir esa medida y por qué no entra en prisión, dado que ha incumplido de forma sistemática las medidas cautelares. "La saturación de la Justicia hace que se den situaciones tan inverosímiles como éstas", lamenta. Tanto ella como la niña están en tratamiento psicológico por los hechos.