
Tal día como hoy, 15 de abril, pero de 2010, Libertad Digital contaba en su portada que el PSOE entró en campaña contra el Papa por el caso de los abusos sexuales a menores. El entonces secretario de Libertades Públicas del PSOE y presidente de la Comisión de Justicia del Congreso de los Diputados pidió al Vaticano que "no mire para otro lado" ante los casos de abusos sexuales de menores y que tampoco "intente relativizar este problema".
Álvaro Cuesta añadió una expresión que podría servir de base para el procesamiento del Papa cuando visitara España: "Cuando se mira para otro lado, cuando ante estos temas se va con hipocresía, se está dando una licencia para violar". El diputado socialista manifestó que las palabras del secretario de Estado del Vaticano, el cardenal Tarcisio Bertone, en las que negaba la relación entre pedofilia y celibato y hablaba de estudios que sí relacionaban pedofilia y homosexualidad "son una barbaridad".
En cualquier caso, Cuesta pensaba que "el Congreso no tiene por qué entrar en réplicas desde el punto de vista institucional a declaraciones de nadie", por lo que consideraba que "no procede ningún pronunciamiento del Congreso". De ese modo, su grupo no apoyaría la proposición no de ley presentada por IU-ICV en la que solicitaba al Gobierno central que "exprese al jefe del Estado Vaticano el malestar de esta Cámara por dichas declaraciones, ya que suponen la estigmatización inmerecida de la homosexualidad".
La ONU acusó entonces al Vaticano de violar la Convención de Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño, al no hacer lo suficiente por erradicar los casos de pedofilia en su seno. En las conclusiones de un informe, el Comité de la ONU de los Derechos del Niño urgió a la Santa Sede a "apartar de inmediato de sus funciones a todos los autores conocidos y sospechosos de abusos sexuales a niños, y denunciarlos a las autoridades competentes para que los investiguen y los procesen".
El comité destacó "su profunda inquietud por los abusos sexuales cometidos contra niños por miembros de iglesias católicas que operan bajo la autoridad de la Santa Sede" y recordó que estos crímenes cometidos por religiosos conciernen a "decenas de miles de niños de todo el mundo".