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Estupor y preocupación tras el secuestro de una niña en Madrid

Una niña de nueve años fue secuestrada durante cinco horas este jueves en Madrid. La Policía continúa con esta investigación "prioritaria".

Un día después de que un hombre secuestrara a una niña de nueve años durante casi cinco horas en Madrid, la Policía se afana en buscar al raptor y una cierta sorpresa y preocupación pueden percibirse en el barrio de Ciudad Lineal, en el que se produjeron los hechos.

Este mediodía, la delegada del Gobierno en Madrid, Cristina Cifuentes, ha confirmado que "la niña ha aparecido y está con su familia" y ha precisado que la menor fue atendida en el Hospital Ramón y Cajal tras ser encontrada, al parecer sola, en las inmediaciones del metro de Canillejas hacia las 1:30 horas.

Cifuentes ha subrayado que Madrid es una ciudad "segura" y que el hecho tiene carácter "excepcional", algo con lo que coinciden los comerciantes del barrio, que destacan el carácter tranquilo y residencial de la zona, en la que hay varios colegios, escuelas infantiles y parques.

En el bar de una peña de bolos, el gerente, Desiderio, comenta que la madre de la menor acude con frecuencia al local a desayunar, que la niña estudia en un colegio en las proximidades de Arturo Soria y que la noticia ha causado conmoción entre los empleados y clientes habituales.

"Claro que la conozco", dice en referencia a la menor, mientras una de las empleadas muestra en la pantalla de su teléfono móvil una fotografía de la niña: "Por las tardes suelen reunirse aquí, mientras los chavales juegan en el parque, y en ocasiones también vienen los fines de semana", añade Desiderio.

El hostelero añade que, según los rumores que se escuchan en la zona, un hombre de unos 35 años vestido con bermudas y una camiseta marrón se habría aproximado hacia las 8:40 horas de la tarde a la menor. Según este relato, el desconocido habría aprovechado que la niña se alejaba para entrar a una tienda, esperándola a la salida y, dirigiéndose a ella por su nombre, le habría indicado que debía acompañarlo porque su madre así se lo había pedido.

Es entonces cuando se perdió el rastro de la menor y se activó un amplio dispositivo para localizarla: "Aquí llegaron a juntarse varias decenas de coches de Policía -dice Desiderio-, y yo mismo participé en la búsqueda hasta, más o menos, las 12:30 de la noche".

A apenas 50 metros del local, justo al otro lado de la calle, los comerciantes de origen chino que regentan ese comercio de comestibles tampoco tienen más detalles de lo sucedido. Sí recuerdan que la menor entró a comprar golosinas antes del incidente, pero no tienen ninguna pista sobre lo que pudo ocurrir justo después.

La escena se repite en todo el barrio: no muy lejos de allí, Antonio, que atiende en una administración de Lotería, señala que durante todo el día los clientes han especulado con lo que pudo ocurrirle a la menor durante las cinco horas en las que estuvo ausente.

A estas horas, la Policía continúa una investigación que el jefe superior del cuerpo, Alfonso José Martínez, ha calificado esta mañana de "prioritaria", al tiempo que ha pedido "la máxima prudencia" para no entorpecer las pesquisas y ha asegurado que los agentes están "tremendamente sensibilizados" con el caso.

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