Tras la extensa entrevista publicada este domingo en El Mundo a Adolfo Suárez Illana, este lunes continúa la respuesta al libro de Pilar Urbano en el diario a través de unos documentos en manos del hijo de Suárez que buscarían demostrar que el expresidente del Gobierno ya pensaba en Leopoldo Calvo Sotelo como sucesor en septiembre de 1980.
En los documentos publicados, unas notas manuscritas de Suárez, aparecen anotadas reflexiones del expresidente sobre la situación política en esos años y su posición en el gobierno. Las notas, de septiembre de 1980, apuntan tres claves: "situación política"; "desprestigio de las instituciones democráticas", "prestigio del Rey" y "desprestigio de UCD". Habla también de las "heridas, cada vez más profundas" en el seno de su partido y cita como problemas la "desunión", la "separación del electorado" y la "derecha natural", en alusión a Alianza Popular.
En una especie de reflexión en voz alta, Suárez plantea preguntas en sus notas -"¿Quién nos está manipulando?", "¿a quién favorece esta situación?", "¿por qué hacemos lo que hacemos?"-. Se responde que la situación "no beneficia una convivencia tolerante y pacífica", que "no beneficia a España", y que "beneficia al PSOE" y a Alianza Popular.
Suárez, que también anota que él no acepta "más chantaje" en los medios y que asume su responsabilidad, apunta una posible "solución seria, responsable y ante todo patriota". Escribe el nombre de "L.C. Sotelo" junto a las palabras "ganar elecciones 83" o "gobernar hasta 83".
En la información que acompaña al documento, Victoria Prego afirma que de estas notas se infiere que "ya en septiembre de 1980 apostaba por la solución Calvo-Sotelo". Sentencia en portada, además, que "su relevo al frente del Gobierno estaba acordado con el Rey" y que en su decisión de dimitir "no influyó la posibilidad de que se produjera un golpe militar".
Prego, un día después de la entrevista a Suárez Illana que buscaba desmentir lo afirmado por Pilar Urbano una semana antes en el mismo medio, sostiene que Suárez tomó la decisión de dimitir en verano de 1980 y que "esa decisión sólo la conocen el Rey y su mujer, Amparo".
Sobre Calvo Sotelo, la periodista resalta que "ése es el único nombre que estampa sobre el papel" y que "es evidente que ya está decidido a que sea él el hombre que le sustituya en el momento de su dimisión, aunque el interesado se enterará de la decisión de Suárez de renunciar a la Presidencia el 26 de enero".