El exportavoz de Batasuna-ETA Arnaldo Otegi ha visitado este domingo a su familia en su domicilio de Elgoibar (Guipúzcoa) gracias al permiso penitenciario extraordinario concedido el pasado viernes con motivo del fallecimiento de su suegra. Ha llegado a su casa a las 9:30 horas, custodiado por ertzainas de paisano, en una furgoneta gris con cristales tintados que ha estacionado a menos de un metro del portal, por lo que apenas ha sido visto por los vecinos que paseaban por la céntrica calle en la que reside.
El líder proetarra, quien cumple una condena de seis años y medio de prisión por intentar reconstruir el brazo político de ETA a través de Bateragune, ha permanecido durante una hora y veinte minutos en su domicilio, al que han acudido sus padres y otros allegados. Pasadas las 10:45 horas, el futuro secretario general de Sortu ha sido introducido rápidamente a la furgoneta, que había hecho una maniobra para situarse muy cerca del portal, tras lo que el dispositivo policial ha abandonado el lugar.
Arnaldo Otegi estaba custodiado por tres agentes de paisano, mientras que otros dos vehículos todoterreno de la Ertzaintza sin distintivos, en los que viajaban otros cinco agentes, completaban el dispositivo de seguridad.
El dirigente batasuno fue trasladado el pasado viernes desde la prisión de Logroño hasta el centro penitenciario alavés de Zaballa, aunque se quedó allí y no fue conducido a Elgoibar para asistir al funeral de su suegra, al que sí acudieron dirigentes de Sortu como Pernando Barrena, Rufi Etxeberria y Joseba Permach, además de la abogada del exportavoz de Batasuna y exdipuada de EH, Jone Goirizelaia.
Fuentes de Instituciones Penitenciarias explicaron el pasado viernes que se trata de un permiso extraordinario, un derecho que tienen todos los presos y que contempla la legislación en casos de este tipo, si bien la salida sería "por el mínimo tiempo imprescindible" y no supone, han añadido, ningún cambio de prisión ni cualquier otro beneficio.