El número de agentes de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado relacionados con la supuesta trama de blanqueo de dinero del empresario chino Gao Ping no para de crecer. Si durante la primera operación policial ya fueron arrestado dos policías, en las últimas horas la Fiscalía de la Audiencia Nacional ha solicitado al juez del caso que impute por delitos de cohecho, prevaricación, sobornos y revelación de secretos a otra decena, aunque de manera individualizada, no como miembros de una organización.
Los dos primeros imputados fueron el inspector de la Policía Nacional Miguel Ángel Gómez Gordo, jefe del Grupo V de la Brigada de Extranjería, y el sargento de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil Pablo J., quien facilitaba información a los miembros de la supuesta trama de blanqueo y quien, además, les eliminaba las posibles sanciones de tráfico de los vehículos que utilizaban.
Ahora el Ministerio Público también ha solicitado que se impute por la comisión de los delitos antes mencionados a siete agentes del Cuerpo Nacional de Policía -entre los que hay tres comisarios y un inspector-, un guardia civil, y dos agentes de la Policía Municipal de Fuenlabrada, localidad madrileña que la trama utilizaba como lugar principal de sus actividades.
Entre los comisarios de la Policía cuya imputación se solicita está Carlos Salamanca, máximo responsable de la comisaría del Cuerpo Nacional de Policía en el aeropuerto de Madrid-Barajas, cuya amistad personal con el magistrado de la Audiencia Nacional que instruye la causa, Fernando Andreu, ha provocado que el juez decida abstenerse de instruir el denominado caso Emperador. Si el Alto Tribunal atiende la petición de Andreu, la causa pasaría al magistrado Ismael Moreno, según fuentes jurídicas consultadas por Efe.
También se ha pedido la imputación del jefe de la Brigada de Extranjería y Documentación de Madrid, Ángel Luis Olmedo; el número 3 de la Brigada de Seguridad Ciudadana de la capital, Manuel Patricio Rodríguez San Román; y el inspector Federico Sánchez Frutos, exmiembro de la Unidad Central de Redes de Inmigración Ilegal y Falsedades Documentales (UCRIF) de la Brigada de Madrid, aunque ahora trabaja para la empresa privada.
Al comisario Salamanca se le relaciona con el miembro de la red, también imputado, Yonping Wu Liu, con quien mantenía una relación de amistad y acudía de manera habitual a diferentes restaurante y a diversos acontecimientos deportivos. A los otros, con la esposa de Gao Ping, Lizhen Yang. Las investigaciones apuntan a que habrían facilitado trámites relacionados con documentación oficial (como pasaportes) o permisos de residencia a cambios de diversos regalos de los miembros de la trama de red de blanqueo.
Durante las investigaciones han aparecido relacionados con la trama un importante número de agentes de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, aunque estas pesquisas, de momento, no han demostrado que su relación con los miembros de esta organización delictiva fuese más allá de la relación social.