Los organizadores de las marchas de este sábado en Madrid, entre los que se encuentra el polémico sindicalista andaluz Diego Cañamero, portavoz del SAT, han presentado este viernes el recorrido que las 6 columnas harán por las calles de la capital. A las 5 de la tarde se agruparán en Atocha y marcharán hacia la Plaza de Colón donde Willy Toledo será el encargado de leer el manifiesto con las protestas.
En una rueda de prensa en el Ateneo de Madrid, Cañamero explicaba que "la idea era hacerlo en Madrid porque el gobierno del PP ha convertido el BOE en un puñal que clava en el corazón y alma del pueblo". Recurriendo a sus habituales provocaciones, el sindicalista añadía además que " el gobierno se ha convertido en un maltratador del pueblo como el que maltrata a su compañera o su hijo", por eso pedía "juzgarlo y procesarlo".
Preguntado por las acusaciones del presidente madrileño, Ignacio González, comparándoles con el partido neonazi Amanecer Dorado griego, el sindicalista andaluz ironizaba afirmando que "la palabra amanecer dorado es muy bonita y que el problema es que empiezan a tener miedo", en alusión a la asistencia.
Sin cifras oficiales, los convocantes de la autodenominada "Marcha de la Dignidad" prevén una asistencia superior a las 60.000 personas sólo de los que llegan de fuera de Madrid. Pretenden "multiplicar el efecto del 15-M" y anuncian actividades desde este sábado hasta el próximo lunes 24 de marzo, jornada en la que recorrerán todos los Ministerios y el Banco de España para extender su manifiesto.
El manifiesto: "A la calle, que ya es hora"
Las 35 marchas que harán su entrada en Madrid defienden un ideario que llama a la revolución contra el actual sistema del Estado de Derecho. El manifiesto de la Marcha de la Dignidad, entre otras cosas, niega la legitimidad de la Constitución de 1978 que consideran se hizo contra el pueblo. "La descomposición del régimen surgido de la Constitución del 78 se hace evidente debido a los mismos elementos presentes en su nacimiento, el cual tuvo lugar en contra del pueblo, está corroído por la corrupción y no tiene ninguna legitimidad", afirman
En este mismo texto hacen un llamamiento a la lucha en la calle para reformar la actual Carta Magna. "Llamamos a los pueblos a que ejerzan su soberanía, alzando su voz de abajo arriba, democráticamente, para construir un proceso constituyente que garantice realmente las libertades democráticas, el derecho a decidir y los derechos fundamentales de las personas", reclaman.
Además, consideran al actual gobierno de España "fuera de la legalidad" al tiempo que le exigen que "se vaya y, también, todos los gobiernos que recortan derechos sociales básicos, todos los gobiernos que colaboran con las políticas de la Troika". Dos párrafos más abajo, hacen un llamamiento a "llenar de dignidad y rebeldía la capital del Estado español". El manifiesto termina con el eslogan: "Pan, trabajo y techo. ¡A la calle!, que ya es hora".