El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, ha negado este viernes que su departamento se esté planteando el cese del director de la Guardia Civil, Arsenio Fernández de Mesa, por la tragedia de Ceuta del 6 de febrero, en la que fallecieron quince inmigrantes subsaharianos en aguas marroquíes cuando intentaban entrar ilegalmente en la ciudad, como solicita el PSOE y la Izquierda Plural.
De forma tajante el titular de Interior ha contestado con un "no" a la pregunta en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros sobre si se plantea el cese de Fernández de Mesa o "algún gesto" que permita un pacto de Estado en materia de inmigración con la oposición. Un pacto que ha vuelto a reclamar porque se trata de un fenómeno "demasiado importante como para que las legítimas diferencias partidistas sean superadas con visión de Estado y sentido de la responsabilidad".
"Estoy convencido y espero y deseo que ese sentido de Estado se imponga frente a otras peticiones", ha añadido Jorge Fernández Díaz que ha justificado ese acuerdo en la necesidad de acudir a Europa con "una sola voz" para reclamar lo que es "justo": que las instituciones europeas se impliquen decididamente ante la presión migratoria que están sufriendo Ceuta y Melilla, fronteras de la Unión Europea.
Fernández Díaz ha recordado que los quince subsaharianos fallecidos el pasado 6 de febrero cuando trataban de alcanzar a nado la costa ceutí no son la única tragedia ocurrida en los últimos años y "por desgracia nadie puede asegurar que sea la última". Así, el 29 de septiembre de 2005, cuando gobernaba el PSOE, cinco inmigrantes fallecieron en la valla de Ceuta y 94 sufrieron heridas de gravedad.
"No se pidieron dimisiones ni se produjeron explicaciones", ha dicho el ministro quien ha señalado que entonces el Partido Popular solicitó los vídeos de esa tragedia, pero el Gobierno Zapatero se negó amparándose en la ley de protección de datos lo impedía. Cuatro años más tarde, a veinte metros de Lanzarote fallecieron en un cayuco 25 personas, 17 de ellas niños, y tampoco se pidieron dimisiones.
Por tanto, ha subrayado el titular de Interior, la tragedia de Ceuta "no es nueva". Lo que sí es nuevo -ha apostillado- es la respuesta del Gobierno con "absoluta transparencia", ya que él mismo compareció en el Congreso siete días más tarde y su departamento ha dado a conocer toda la información disponible, entre ellas las grabaciones y las conversaciones de los agentes el día de la tragedia.