El periodista de La Vanguardia, Enric Juliana, presentaba libro en el Casino de Madrid, España en el diván, una recopilación de sus tres obras anteriores y toda una exhibición de poder que consiguió reunir a lo más granado de la sociedad catalana en la capital española y a distintas autoridades y dirigentes políticos. El presidente del Congreso, Jesús Posada, el ministro del Interior y de Exteriores, Jorge Fernández Díaz y José Manuel García-Margallo o la presidenta del PP de Madrid, Esperanza Aguirre, estuvieron presentes. También acudió a escuchar la charla entre el periodista y su director, Màrius Carol (moderada por la directora de El Huffington Post en España, Montserrat Domínguez), Javier Godó, presidente del Grupo Godó, además de presidente-editor del diario catalán.
No obstante, y aunque estaba prevista su asistencia, finalmente no acudió el jefe de la Casa del Rey, Rafael Spottorno, ni tampoco la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría.
"Hoy estamos aquí porque La Vanguardia es un diario muy importante, no sólo en Cataluña sino también en España", comenzó diciendo Juliana. "En La Vanguardia se trabaja en una atmósfera liberal con maderas barnizadas de oscuro", quiso precisar el periodista. "Estoy orgulloso de trabajar" en el periódico, añadió.
Màrius Carol dijo públicamente, y con él delante, lo que el conde de Godó le encomendó al ser nombrado director del periódico: "que circule por donde ha circulado siempre La Vanguardia, por el carril de la centralidad". Y es que para Carol "es bueno que por el carril de la centralidad siga circulando". Por eso, señaló, "vamos a hacer lo posible para que se dialogue. (…) Presionar a los poderes políticos para que hablen y se entiendan, pero, claro estamos ya en tiempo de descuento", advirtió.
Enric Juliana sigue manteniendo que la "concordia es posible". Es más, añade que "estamos muy lejos de un escenario balcánico". Pero, según él "hay que poner freno a la tendencia hispana al dramatismo, la tendencia a pensar que todos los días estamos al borde del abismo". Coincidió en este punto con el ministro Margallo – y así se lo hizo saber- cuando éste se mostró partidario del "desarme del lenguaje". "Esto es lo que hay que hacer", afirmó.
E insistió en que "no se puede leer todo en términos de desafío como una partida de mus hasta un amanecer que no llega. Hay que ir un poco más allá". Tampoco le parece al periodista de La Vanguardia un desafío el hecho de que el presidente de la Generalidad haya puesto ya fecha al referéndum ilegal, el 9 de noviembre. "Puede ser que se confundiera con el calendario maya. No convirtamos el 9 de noviembre en una inscripción misteriosa del calendario maya de los catalanes", dijo en tono jocoso.
Para Juliana lo que ocurre en Cataluña no es algo distinto de lo que pasa en otros lugares de España, esa inestabilidad política y económica que ha llevado a la población a desconfiar y a tener en pésima valoración a partidos políticos e instituciones; con la particularidad de que "Cataluña es una nación", afirmó, lo que hace que se traduzca ese contexto en un "lenguaje propio y específico".
Pero para el periodista catalán, afincado en Madrid desde hace diez años, "no existe una solución" como tal, aunque sí habrá un "nuevo equilibrio", que "vendrá de la mano de Europa". Según Juliana, esto lo dijo Mariano Rajoy -en su lenguaje "marianista"- a finales del año pasado y lo volvió a repetir cuando acudió hace unos días al diario ABC. "Esa frase (de Rajoy) hay que seguirla. No quiere decir que nos lo tengan que solucionar ellos, pero vendrá por Europa", insistió.
Carol: "Hay que buscar el empate técnico"
Por su parte, el propio director del diario reveló una conversación que tuvo hace poco con Durao Barroso. En ella, Carol le manifestó que "si se produce una ruptura, todos vamos a salir perdiendo. Si esto se rompiera, ni España, ni Cataluña pagaríamos nuestra deuda y esto desestabilizaría a toda Europa".
"Yo estoy convencido de que se impondrá el sentido común", vaticinó Carol. Para ello, opinó "hay que buscar el empate técnico" entre España y Cataluña. Y confesó que su "esperanza" es que llegue el día en que La Vanguardia titule que "nadie ha perdido nada y todos hemos ganado un proyecto común".
"A veces, las cosas se tienen que poner mal para que mejoren. A veces cuando se está en el abismo" se da uno cuenta de lo que se puede perder, opinó. "A no ser que seas un suicida", puntualizó. Pero considera que ni la Generalidad, ni el Gobierno de Rajoy pueden permitirse saltarse la legalidad, ni tampoco hacer el ridículo. Y a los españoles, señaló, "nos gusta quedar bien".
El acto de presentación contó también con el portavoz de CiU en el Congreso, Josep Antoni Duran Lleida, y diputados como Jordi Xuclá, de CiU, e Irene Lozano, de UPyD. Antes de comenzar el acto, Duran Lleida quiso señalar a los periodistas que Artur Mas no está a favor de la declaración unilateral de independencia, sino que "lo que ha dicho es que no se descarta" esta iniciativa. Por la mañana Duran Lleida valoró positivamente que haya un debate conjunto de las propuestas en el Congreso y que sea el 8 de abril, mucho antes de lo previsto.