Santiago Abascal Escuza deja la política activa en el PP vasco
Después de 33 años en el PP de Ayala, cuatro intentos de asesinato y 101 atentados contra él y su familia, Santiago Abascal deja la política activa.
Su hijo acaba de fundar un nuevo partido, Vox, tras renunciar a la militancia en el PP. Él, Santiago Abascal Escuza, líder de los populares en el Valle de Ayala, decide abandonar la política activa, aunque no dejará la militancia. Atrás han quedado 33 años como presidente de la formación en su enclave, el valle de Ayala, otros 4 años antes como miembro de Alianza Popular, y la concejalía en su municipio, Amurrio.
Su defensa de las víctimas del terrorismo, de la unidad de la Nación española, y de la libertad como "meta que me impuse", ha sido el norte que siempre ha tenido en política, acompañado de "la gente más extraordinaria que hay en el País Vasco". Entre ellos, tiene un recuerdo especial para "Montse Canive, que ha sido mi mano derecha y mi mano izquierda".
Defiendendo España y la libertad desde las siglas del PP, Santiago Abascal ha sobrevivido al acoso del nacionalismo y los terroristas de ETA que le han intentado asesinar hasta en cuatro ocasiones. A sus 64, Abascal cree que ha "dejado mucho por el camino" en una carrera política "muy difícil y complicada". Una carrera que le ha llevado a vivir cuatro intentos de asesinato y "101 actos de terrorismo y terrorismo callejero contra mí y mi familia", además de agresiones "a mi familia y a mis amigos". Las ideas de España y libertad, insistía Abascal, hace aún hoy que en el País Vasco le compliques "la vida a mucha gente". Sin ir más lejos, los terroristas han quemado y atacado su negocio, Modas Abascal, varias veces e incluso le han puesto pintadas amenazantes sobre sus caballos.
Recordando para Libertad Digital aquellos episodios, Abascal rememora los tiempos en los que cabalgaba junto a otros compañeros de monta, uno de los cuales, José Ignacio Krutxaga, era el etarra encargado de dar información para que lo asesinaran. Un terrorista que fue jefe del grupo Barcelona de ETA y que asesinó a los concejales del PP de San Adrián de Besos y Viladecavall, José Luis Ruiz Casado y Francisco Cano Consuegra, al exministro socialista Ernest Lluch, y el Guardia Urbano Juan Miguel Gervilla, además de haber colocado un coche bomba en la avenida Diagonal de Barcelona y bombas trampa en Gerona.
Los plazos que se da Santiago Abascal son sencillos. El próximo 12 de abril tendrá lugar el congreso del PP del Valle de Ayala. Ese día renunciará a la presidencia y a la concejalía. Después, en mayo de 2015, abandonará la política activa de forma definitiva.
Además del desgaste de estos años duros haciendo política desde el PP en una región con fuerte presencia nacionalista, Santiago Abascal añade que entre los motivos que le han llevado a tomar esta decisión también destaca su descontento con el rumbo que ha tomado el actual PP Vasco. En una entrevista concedida al diario EL Mundo, en su edición del País Vasco, Abascal se queja de que en el último congreso -del que se ausentó- el PP vasco se ha centrado en el debate de personas abandonando el de las ideas y aprobando una ponencia política que no entra en el fondo, se instala en "la comodidad" y se dedica a constatar que "estamos en un tiempo nuevo porque ETA no nos mata", pese a que la realidad es, según Abascal, que "seguimos en libertad condicionada si somos incapaces de presentar candidaturas en todos los pueblos y aún muchas personas seguimos escoltadas". Para Abascal no hay duda de que "la falta de libertad en el País Vasco se prolongará durante muchos años".
Añade que las condiciones "que hemos vivido se van a alargar durante muchos años". Y se refiere a "la falta de libertad especialmente. Libertad para salir a la calle como cualquiera, poder presentarte a cualquier cargo, criticar lo que ha pasado sin que nadie te apunte con el dedo, aunque ya no sea con una pistola. Tal y como recuerda, aún hoy "cuando le dices a un ciudadano que colabore con nosotros, y pese a su afinidad ideológica, te dice: 'a mí no me compliques la vida'".
En este sentido lamenta que su partido "está haciendo una política basada únicamente en la economía y hemos olvidado nuestra propia razón de ser". En esto precisamente inserta Santiago Abascal Escuza la formación de Vox a cargo de su hijo. Para Abascal, que sus compañeros de partido tachen a su hijo de "extrema derecha" no le parece justo ni es plato de buen gusto. Además, la aventura de Vox le ha traído muchos recelos y desconfianzas dentro del partido. Frescas en su memoria están las declaraciones del alcalde de Vitoria, Javier Maroto, que tachó tanto a Vox como a Santiago Abascal Conde de extrema derecha.
A sus 64 años, Santiago Abascal Escuza se siente orgulloso de lo que ha hecho en estos años y seguirá persiguiendo los objetivos por los que se metió en política: "Que en el País Vasco haya libertad total". Lamenta este veterano político vasco que "este sigue siendo un pueblo con mucho miedo."
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