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Carlos Carnicero acusa a Sopena de censurarle en ‘El Plural’

Los dos periodistas de izquierdas vivieron un intenso rifirrafe que acabó con Carnicero fuera del periódico de Sopena.

Tal día como hoy, 17 de marzo, pero de 2010, Libertad Digital contaba en su portada la indignación de Carlos Carnicero con Enric Sopena. El motivo, según denunció Carnicero en su blog, es que Sopena fue arrinconando en los últimos meses sus columnas de opinión en el diario que el propio Carnicero cofundó.

Contó el periodista que desde los comienzos del diario digital su columna siempre apareció en segunda posición, detrás de la del propio Sopena. Así ocurrió hasta que el periodista publicó una serie de columnas críticas con el Gobierno de Zapatero. Se quejó de que "algo pasó ese día que mi artículo fue cuidadosamente escondido al final del periódico".

A pesar de la rectificación de Sopena, poco después se repitió el episodio. "Desde hace semanas he vuelto a descender en el ranking de valoración del director y mi artículo se ubica en las bodegas del barco", lamentó Carnicero. Dijo que lo ocurrido "es una censura, qué duda cabe" y afirmó que Sopena "sería feliz si yo decidiera dejar de colaborar en su periódico". Por último, concluyó diciendo que "es por actitudes como las de Sopena que somos náufragos de la izquierda".

Una semana después, Carnicero seguía a la deriva y continuó su batalla contra el director de El Plural. Dijo el periodista que Sopena continuaba marginando sus columnas y el enlace a su blog y se quejó de ser objeto de una "persecución" que, "de puro infantil, empieza a tener cierta gracia".

En esta segunda entrada en su blog prosiguió hablando de censura y afirmando que el director de El Plural "cae en el ridículo". Según Carnicero, la situación le recuerda a la China dictatorial, comunista, y sus problemas con Google: "Sé que Enric Sopena no es Hu Jintao ni su periódico el inmenso país asiático. Pero bueno, por algún sitio tiene que empezar. Si Enric me quiere convertir en su chino, siempre habrá métodos para salvar la muralla". Concluyó instando al director del diario a seguir la campaña contra él: "¡Ánimo, Enric, todavía se pueden esconder más los artículos y censurar más mi blog!"

Un año después, ya despedido del diario digital editado por Sopena, Carnicero hizo un demoledor retrato de Enric Sopena. Lo primero que reveló es que le pidió "en una carta apócrifa" que se fuera del periódico. Carnicero le contestó que "sólo me iría si me echaba, y le sugería que acumulase coraje para hacerlo. Le ha costado un año tomar la decisión y durante este año ha tratado de que me cansara del desprecio con el que trataba mis artículos, colocándolos incluso detrás de artículos publicados el día anterior. Ni caso. Soy un viejo resistente".

De Sopena también dijo que "es el símbolo de los tiempos que nos han tocado vivir", como "fervoroso miembro del Opus Dei". Continuó machacando al que era su jefe: "Su naturaleza es la subordinación a quien le da de comer. No importa el papelazo que hace en ‘La Noria’. Le paga bien. Y él no tiene pudor en convertir su periódico en altavoz del programa. Autobombo como ampliación de la exaltación de los propios".

Por último, le dio la puntilla atacándole por sus creencias: "Siento un enorme desprecio por Sopena por lo que significa de demostración de que los comisarios políticos todavía tienen vigencia. A él seguro que no le cuesta conciliar el sueño, porque desde su época del Opus Dei está acostumbrado a compatibilizar su conciencia con sus intereses".

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