Mariano Rajoy quiso acordarse de las víctimas del terrorismo, con las que se ha ido distanciamiento paulatinamente desde que accedió al poder. "Estuvimos, estamos y seguiremos estando con ellas en el futuro", aseguró en la clausura del congreso del PP vasco. "Es lo justo, lo decente y lo honrado", argumentó, recibiendo el aplauso de los suyos.
En San Sebastián, el presidente volvió a fijar postura en materia antiterrorista. Ante las dudas sobre su hoja de ruta, Rajoy volvió a pronunciarse de forma solemne: "Esto se arregla de una manera, el día que ETA se arregla se disuelva. Así se arregla este tema", sentenció. Esto es, a la banda terrorista "no debemos nada" y por lo tanto “nada hay que hablar”. "Esto es lo justo y lo razonable", insistió poco después de iniciar su intervención.
Por si no hubiera quedado lo suficientemente claro, Rajoy le mandó un recado a ETA. Con disolución o no, "después la ley, el imperio de la ley", afirmó, mientras la ovación se repetía. “Esa es la historia y no hay más”, remató, tratando de disipar las dudas existentes, incluso en círculos populares.