La mentira de Bermúdez y su "caminito de Jerez"
La famosa frase se la dijo el juez en persona a Jiménez Losantos en presencia de otras personas como Nacho Villa o Elisa Beni.
El Mundo da la portada de este viernes y cuatro páginas interiores a la entrevista que el nuevo director del periódico, Casimiro García Abadillo, hace al que fue presidente del Tribunal que juzgó la masacre del 11-M, Javier Gómez Bermúdez. Tras una instrucción muy discutida a cargo del juez Juan del Olmo, la sentencia de Bermúdez dejó numerosos flecos e incógnitas pese a que el juez insista ahora en El Mundo en defender como probado todo lo que se sentenció en base a indicios discutibles.
Bermúdez no sólo pasa por encima de la ausencia de autor intelectual -"no lo indagamos"-; o de las escasas pruebas que sustentan la condena a Zougam -"no tengo ninguna duda de que Zougam es yihadista"-; o de los explosivos -"no hay posibilidad alguna de error, lo que explotó es Goma 2"-, sino que pronuncia con rotundidad mentiras flagrantes y de bulto.
Una de las más significativas es cuando afirma con solemnidad que aquello de que algunos de los testigos iban a ir "caminito de Jerez", "ha sido muy manipulado y mal usado". Según sostiene en la entrevista, él sólo comentó aquello de que mandaría "caminito de Jerez" a algún testigo a un "grupo de chavales de COU, de finales de ESO... Eran chicos jóvenes". Por si quedaba alguna duda, Bermúdez añade: "Es falso que se lo dijera a nadie más y en ningún otro sitio".
Sin embargo, en Es la Mañana, su director, Federico Jiménez Losantos ha dejado en evidencia al magistrado demostrando que mentía. El presidente de Libertad Digital ha recordado que es mentira que no le dijera a nadie más la frase de "caminito de Jerez" puesto que "me lo dijiste a mí en los juzgados". Es más, Federico recuerda al juez que también estaban presentes en dicha conversación Mayte Cunchillos -jefa de prensa de la Audiencia Nacional-, Nacho Villa -entonces director de informativos en COPE- y la ahora exmujer del juez, Elisa Beni.
Tanto es así, que Jiménez Losantos recuerda que, tras su reunión con Gómez Bermúdez, "me quedé tan convencido que hasta te conseguí una camiseta firmada de Guti para el cumpleaños de tu ahijado en Málaga".
Pero la óptica y los recuerdos de Bermúdez sobre lo sucedido durante aquel proceso parecen estar velados pese a la rotundidad con la que se expresa. Llama también la atención que, en el plano personal, defiende a su exmujer, Elisa Beni, por el libro La soledad del juzgador, sobre el trabajo del propio Gómez Bermúdez, y que se publicó al emitir la sentencia. "Con honestidad, no tengo duda de que hizo un trabajo honrado", dice el juez, que añade que "cuestión distinta es que por las tensiones que había, al final pagó los platos rotos de todo, y lo que se hizo con Elisa fue censura pura y dura".
También mentiras sobre Pedro J.
Bermúdez también sufrió hace unos días otro llamativo desmentido: en la edición de Salvados en la que Jordi Evolé entrevistó a Pedro J. Ramírez el showman catalán preguntó al exdirector de El Mundo si era cierto que nunca se había reunido con el juez. Ramírez reconoció que era cierto, pero con un importante matiz: "Es así, pero porque yo no quise, ya que pidió en varias ocasiones una reunión conmigo en los meses antes de publicar la sentencia". Además, tal y como recordó el periodista: "Sí se reunió con personal muy próximo a la dirección de El Mundo, al que mostraba su acuerdo con la línea del periódico respecto al 11-M".
Además de estas afirmaciones, la entrevista está repleta de convencimientos a los que dice haber llegado, sin explicar muy bien por qué. Se muestra convencido de que el atentado "no fue inspirado directamente por Al Qaeda, pero sí por el 'alqaedismo'". Sobre el autor intelectual está seguro de que "algún yihadista destacado que no estuvo al alcance de la justicia" alentó a los terroristas.
Finalmente, se abona a la tesis que Manuel Jabois mostró el miércoles en este mismo periódico y dice Bermúdez no tener dudas de que el "11-M no se programó para hacerlo coincidir con las elecciones". Claro que, Bermúdez tampoco tiene dudas de que lo que le sucedió a Elisa Beni fue "censura pura y dura". Una curiosa censura, la de obtener plaza fija en tertulias en horario prime time de televisión, columnas y colaboraciones en programas de radio.
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