En 2007, mientras ETA y el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero negociaban, los socialistas vascos y el PSN estuvieron a punto de firmar un pacto secreto con la banda terrorista para propiciar la anexión de Navarra al País Vasco.
El asunto de la Comunidad Foral estuvo sobre la mesa y, según expertos antiterroristas consultados por La Razón, de una manera preocupante. Según se deduce del contenido de las actas, los socialistas se metieron en un auténtico avispero, observadores internacionales incluidos, en lo que se refiere a la Comunidad Foral, del que tuvieron que huir cuando ETA trató de cerrar por escrito los acuerdos a cambio de no volver a los atentados. Los terroristas llegaron a percibir una "cierta voluntad" en el PSOE de solucionar -a gusto de los separatistas vascos- el asunto de Navarra.
Según las actas de ETA, entre otros asuntos se trató de lo que los asesinos denominan "Hoja de ruta compartida para alcanzar un estatuto único". Es decir, con la incorporación de Navarra al País Vasco.
El contenido de dicha "Hoja de ruta" incluye la creación de un órgano común entre la Comunidad Autónoma del País Vasco y la Comunidad Foral de Navarra; reformar ambos estatutos de autonomía; transferencia de competencias ejecutivas y legislativas al órgano común; un parlamento compartido, etcétera, todo ello entre 2007 y 2012, en que se culminaría el proceso con el "refrendo sobre Estatuto Único para los cuatro territorios con el apoyo del PSOE y PSE y PSN".