Tras las duras críticas vertidas por la comisaria de Interior, Cecilia Mallström, contra la Guardia Civil por su actuación en la tragedia de Ceuta del pasado 6 de febrero, el ministro de Interior, Jorge Fernández Díaz, visiblemente molesto, ha defendido a la Benemérita ante la comisaria durante más de una hora de reunión en la que, además, ha solicitado a Bruselas ayuda económica.
Fernández Díaz escenificó este lunes en Bruselas su ya conocido enfado con la Comisión Europea a cuenta de la emergencia migratoria que vive España y defendió que abroncar al Gobierno vía Twitter o a través de una emisora de radio, como hizo la comisaria la semana pasada, "no son formas" y atenta contra la "prudencia y la lealtad institucional".
Visiblemente molesto y asegurando ser "el primer interesado en que se sepa la verdad" de lo que ocurrió el pasado 6 de febrero, cuando fallecieron 15 inmigrantes al tratar de llegar a nado a las costas españolas, el ministro aprovechó también para clamar que se vive una situación de emergencia tal, que es precisa urgentemente ayuda europea. "No puede esperar", dijo, para especificar después que el cálculo del Gobierno cifra en 45 millones de euros las necesidades más inmediatas. No especificó, sin embargo, cuánto espera recibir de la comisaria, a la que le entregó una carta con las emergencias detalladas.
La defensa del Gobierno a la Benemérita ante los medios fue inequívoca. Hasta una decena de veces aseguró Fernández Díaz que "el Gobierno exige respeto y está con la Guardia Civil", de la que aseguró que "nunca dejará de cumplir con la misión que tiene encomendada en el marco de la ley comunitaria".
"Mucho que ver con la polémica"
De hecho, según el ministro, buena culpa de la situación –"de emergencia y excepcionalidad"- que viven las ciudades de Ceuta y Melilla, a donde, por ejemplo, el viernes pasado llegaron más de 200 inmigrantes irregulares, es de las críticas a la actuación de la Guardia Civil. "Es una situación excepcional y sobrevenida que, sin duda, tiene que ver, mucho, con la contestación de la actuación de la Guardia Civil y la polémica suscitada en torno a su trabajo", aseveró.
El ministro negó, además, que existiera una relación causa-efecto entre la actuación de la Guardia Civil y la muerte de los inmigrantes, como sugirió la comisaria y aseguró que no volverán a utilizarse pelotas de goma, en vista de que, según defiende ahora el Gobierno, "no son un método disuasorio operativo".