El Gobierno denuncia que está sólo en la lucha contra la inmigración ilegal y vuelve a pedir ayuda a la Unión Europea. "Tenemos que avanzar y profundizar" en las medidas para "ordenar estos procesos", afirmó Soraya Sáenz de Santamaría, con el nuevo salto a la verja de Melilla en todas las portadas.
El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, acudirá este mismo lunes para abordar la espinosa cuestión a Bruselas. Una reunión viciada por el cruce de declaraciones con la comisaria del ramo, Cecilia Malsmtröm, por la tragedia de Ceuta. Así, mientras España pide más ayuda, su interlocutora le exigirá explicaciones, se lamentan fuentes gubernamentales.
En este contexto, y con un evidente efecto llamada en nuestras fronteras, la vicepresidenta llamó a la prudencia. "Tenemos que ser muy conscientes", alertó, de que "a nivel nacional y europeo" las mafias están atentas a todos los movimientos. Esto es, que provechan la división para aumentar los asaltos ilegales. “Oyen e interpretan nuestros mensajes”; respondió, preguntada por ese efecto llamado o una “excesiva inhibición” de la Guardia Civil, en una clara advertencia a la UE
Por su puesto, la portavoz del gabinete dio inicio a sus explicaciones con una defensa clara del instituto armado. Y, pedida la prudencia, la idea de fondo es que la UE no está haciendo lo que debe. El planteamiento debe ser "muy claro" con la "implicación" comunitaria, en palabras de Sáenz de Santamaría. Según dijo, España es solidaria con el conjunto de la UE por su condición de frontera sur, por lo que ésta también debe serlo con nuestra nación.