El pasado lunes El País, como La Vanguardia, informaron profusamente de la visita del Príncipe al Salón del Móvil de Barcelona, pero olvidaron dar cuenta del desplante de un empresario independentista catalán.
Ante tamaño descuido, un lector ha tenido la delicadeza de dar la noticia en el periódico. Fernando Ruiz Cerrato, de Madrid, informa de que "en un reciente congreso celebrado en Barcelona un empresario catalán que aguardaba junto a otros el paso del príncipe Felipe para cumplimentarle ha negado el saludo a este por 'no dejar votar a los catalanes', tal y como recogen distintos medios informativos", pero no en su medio habitual.
El lector-informador opina que "no parece que sean comportamientos como el de este empresario los que contribuyan a serenar el trance independentista catalán, de la misma forma que tampoco ayudan actitudes de igual o parecido corte emprendidas por la parte, digamos, españolista". Lo que no especifica el afanado lector es a qué actitudes por parte españolista se refiere como sin duda hubiera hecho un periodista de tan prestigioso medio.
"Si tal como se afirma, por cada exabrupto lanzado por algún recalcitrante defensor de la unidad patria nacen cientos de nuevos independentistas catalanes, habría que decir, en sentido contrario, que brotan otros tantos españolistas al oír o ver comportamientos tan poco dignos como el del susodicho empresario catalán", dice el voluntario periodista madrileño en un imposible intento de imparcialidad en el que a buen seguro no hubiera incurrido ninguno de los curtidos reporteros con los que cuenta El País, si hubiera tenido a bien informar a sus lectores.