Tal día como hoy, 18 de febrero, pero de 2013, Libertad Digital contaba en su portada la decisión del Celta de Vigo de prescindir de Salva Ballesta como segundo entrenador del equipo. El club gallego destituyó a Paco Herrera y decidió contratar a Abel Resino que llegaría con su equipo, entre ellos el exjugador zaragozano.
Cuando el exfutbolista iba camino de Vigo le llamaron para confirmarle que no iba a firmar, según él, porque "un grupo minoritario de aficionados no quiere que vaya allí por mi españolidad". De hecho, en cuanto se supo de su llegada al club de la mano de Abel, aficionados del Celta expresaron su rechazo desde las redes sociales llamándole "facha", "fascista" y "nazi".
Salva contestó diciendo que "quien diga que soy un facha por eso no tiene ni idea, yo lo que siempre he dicho es que soy español, y me moriré siendo español. Ni política ni nada. Es un tema que no tiene nada que ver con que puedas estar en el Celta".
Abel firmó el contrato con el Celta a pesar de que se quedó sin su segundo entrenador. Lo único que dijo en su presentación como nuevo técnico del equipo gallego es que "lo de Salva Ballesta es una decisión de club y no vale la pena darle más vueltas". Para tratar de justificar el veto, el presidente de la entidad, Carlos Mouriño, habló de la "poca experiencia" de Salva en los banquillos, al tiempo que aseguró que "no da el perfil institucionalmente" para el club.
El propio Salva mandó un recado a Abel Resino desde los micrófonos de esRadio: "Cada uno tiene su manera de pensar, tenía que agarrarse a un equipo sea como fuera. Yo puedo entender ciertos criterios, pero también te digo que, si alguna vez en mi vida tengo la oportunidad de ser primer entrenador, a mí no habrá un presidente que me diga que ‘no’ a mi ayudante o a mi segundo entrenador". Continuó asegurando que "si me lo dice es el mismo tiempo que tardo en levantarme y decirle ‘muchas gracias pero todo, pero éste es mi equipo de trabajo, voy a muerte con él y esto es lo que hay".
El exjugador se mostró resignado ante la decisión del Club pero dijo que más allá de "ideologías o temas políticos, se me ha faltado al respeto en un tema laboral. Esa gente está muy equivocada con respecto a mi ideología porque mi única idea es ser español y estoy muy orgulloso de serlo".
El que fuera delantero del Málaga, Atlético de Madrid, Sevilla, Valencia, Levante y Albacete ya tuvo que sufrir la ira de los celtarras cuando era jugador. Fue el 10 de octubre de 2009, durante el partido entre el Celta de Vigo y el Albacete. Mientras se encontraba realizando ejercicios de calentamiento frente al fondo sur del estadio de Balaídos tuvo que soportar los gritos, insultos y amenazas del grupo radical del Celta: "Hijo de puta", "Salva Ballesta, tiro en la testa" o "ETA mátalo".