Aladina, un ángel de la guarda para más de mil niños con cáncer
Esta Fundación trata de hacer más fácil el día a día de niños con cáncer, ya sea con actividades lúdicas como con su centro de trasplantes de médula.
El cáncer constituye la segunda causa de muerte en nuestro país. Tal y como informa la Asociación Española Contra el Cáncer, uno de cada tres varones y una de cada cuatro mujeres serán diagnosticados de cáncer a lo largo de su vida. Según datos del INE, durante el 2012 fallecieron por cáncer en España 102.762 personas. Los expertos auguran un aumento en los diagnósticos, debido al incremento de la edad media de la población española.
El cáncer provoca una situación dramática, tanto para el paciente, como para su círculo más próximo. Esta tesitura se agrava aún más si el enfermo en cuestión es un niño. Y es que cada año se detectan en España 1.200 nuevos casos de cáncer en niños menores de 14 años. Con el objetivo de paliar los efectos devastadores del cáncer en los niños, no sólo físicos, sino también psicológicos, nació la Fundación Aladina que trata de sacar una sonrisa a todos esos chavales.
En concreto, es en 2005 cuando Paco Arango, exdirector de cine y series de TV, decide, después de una experiencia de voluntariado en el Hospital Infantil Universitario Niño Jesús, impulsar este positivo proyecto. En una entrevista a Libertad Digital Paco Arango nos cuenta cómo su vinculación por ayudar a niños con cáncer se remonta a 2001. "Empecé como voluntario una vez por semana en el Hospital Niño Jesús de Madrid con niños con cáncer. A las pocas semanas me encontré estando allí cada tarde; esto no ha cambiado en 13 años", nos dice el presidente y fundador de la Fundación. La máxima de esta ONG es clara: "la magia existe y los milagros también, pero como a veces tardan en llegar, la Fundación Aladina intentará que ese tiempo en el hospital pase de la mejor forma posible".
¿Cómo ayuda?
Hasta el momento dos han sido sus líneas de actuación. Por un lado, Aladina impulsa terapias lúdicas con su equipo de voluntarios en distintos hospitales como el Hospital Niño Jesús o el Gregorio Marañón, además de otros centros repartidos por toda España. "Estamos todas las tardes con los niños", nos explica Paco, que trata de darnos a entender la enorme importancia que tienen las actividades de ocio para que estos niños puedan seguir siendo eso mismo, niños. La Fundación dispone de salas dentro del hospital donde no pueden entrar ni médicos ni los padres, solo pacientes y voluntarios. "Es un escape fundamental para ellos y además podemos montar libremente todo tipo de follones". A su vez, Aladina participa en el campamento que se desarrolla cada año en Irlanda fundado por Paul Newman, donde acuden más de 1.200 niños con cáncer u otras enfermedades graves de países de todo el continente europeo.
La otra línea de actuación de Aladina se ha centrado en impulsar un centro de trasplantes de médula ósea, bautizado como Maktub. Tras su primer aniversario, el centro Maktub ha conseguido realizar 63 trasplantes de médula ósea, que han ayudado a salvar la vida de muchos enfermos y adolescentes de cáncer. Paco nos cuenta que entre las muchas ventajas que tiene el centro, además de ser una instalación con unas perfectas instalaciones de trabajo, es que al mismo tiempo "¡no parece que estés en un hospital!"
En este sentido, la Fundación Aladina nos recuerda la importancia que tienen las donaciones de médula ósea para ayudar a salvar la vida a miles de niños. "Es la barrera para que la enfermedad no regrese. Es clave en la lucha". En España, lamenta nuestro entrevistado, "somos poco donantes, en gran parte por ignorancia".
Maktub, la película
Este importante centro de trasplantes de médula surgió gracias a la generosidad de la productora con la que Paco Arango llevó a la gran pantalla una entrañable historia que muestra el drama de esta enfermedad, pero a su vez la vitalidad, esperanza y valentía de todos estos niños. La película Maktub narra la historia de Manolo, en plena crisis de edad, que se encuentra hastiado por la rutina de un trabajo insoportable, un matrimonio al borde del caos y una nefasta comunicación con sus hijos que le sumerge en una gran frustración.
El destino llevará a Manolo a conocer a Antonio, un chico adolescente natural de Canarias enfermo de cáncer, pero con muchas ganas de vivir. La vitalidad del joven y de su círculo próximo -su madre, la enfermera Rosa; Jorge, el repartidor de comida mexicana- enriquecerán la vida de Manolo y del joven Antonio, enseñándonos que, pase lo que pase, nunca a de decaer nuestro optimismo.
La positiva experiencia de este film, con la que se sufragó el centro Maktub, ha llevado a Paco Arango a meterse de lleno en otra película, aún en rodaje. Bajo el título "11%", Aladina quiere abrir otro centro de iguales características en Barcelona. Desde la Fundación nos reiteran la importancia de todos para poder llevar a cabo los distintos proyectos puestos en marcha. Muchas veces pensamos que el mundo es cruel, que la suerte es traicionera y que nada se puede hacer. No nos paramos a reflexionar en el sufrimiento existente a nuestro alrededor y que, lejos de lo que acostumbramos a pensar, sí podemos ayudar a paliar. Aladina necesita socios y voluntarios para continuar con su labor. Nadie sobra en tan noble empresa.
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