El 16 de marzo de 2013 una joven de 14 años fallecía en Álora (Málaga) al caer a un canal de agua en la barriada Paredones según ha informaba un portavoz del servicio de emergencias 112. Los servicios sanitarios avisaron a las 18:50 horas de que una chica había caído en un canal, por lo que el 112 movilizó a Bomberos de Vélez-Málaga, agentes de la Guardia Civil, Policía Local y Protección Civil.
Al parecer, la menor cayó sola a unos conductos, de los que los efectivos pudieron sacarla para tratar de reanimarla, pero no pudieron hacer nada por salvar su vida. La Junta de Andalucía ha tardado casi un año en recibir a la familia de la desgraciada joven, Mónica Gómez Márquez, porque acusa a la Administración de mantener el canal en mal estado, algo que confirma todo el pueblo. Y que el propio Diario Sur se hizo eco de la situación de la infraestructura mediante un vídeo.
De hecho, la joven cayó al canal cuando lo cruzaba a pie porque el embovedado de hormigón que lo cubría se vino abajo y sumergió a la chica en el agua que torrencialmente corría por el conducto arrastrándola 300 metros. Iba de su casa, a un lado del canal, a casa de su tía, al otro lado.
Por fin, el pasado martes, el Delegado del Gobierno autonómico en Málaga, José Luis Ruiz Espejo, recibió a los padres de Mónica, la menor que cayó a un canal de riego competencia de la Junta de Andalucía, como subraya oportunamente ABC. Habían pasado ya once meses desde que ocurrieron los hechos. Durante todo este tiempo, a pesar de los reiterados intentos de la familia para que la Administración regional les diese una explicación sobre las cuestionables medidas de seguridad de la infraestructura, nadie les ha recibido a ningún nivel.
La hermana de la fallecida, Lydia Gómez, explicó que lo único que querían era entregar un presupuesto de lo que costaría soterrar el canal, que está al lado de su casa. Ruiz Espejo se comprometió a trasladarlo a la consejera de Ambiente y Ordenación del Territorio, María Jesús Serrano. La Guardia Civil respalda las sospechas de la familia sobre que fue el inadecuado mantenimiento del canal lo que pudo propiciar la caída de Mónica. En sus diligencias, destaca que había tres puertas del vallado del canal que no contaban con candado y señalaban que, simple vista, el estado de conservación era defectuoso.
Incluso apuntaron que se había producido una sustitución del proyecto inicial para cubrir el canal y que se prefirieron placas de hormigón, que son las que existen actualmente. La joven cayó al canal y fue arrastrada 600 metros por la fuerza del agua.