Agentes de la Guardia Civil de la Comandancia de Melilla evitaron la madrugada de este miércoles un nuevo asalto masivo de la valla fronteriza de la ciudad autónoma. Sobre las 22:00 horas del martes, el Servicio de Impermeabilización avistó grandes e importantes movimientos de inmigrantes subsaharianos asentados en las faldas del Monte Gurugú (Marruecos), apreciando cómo, de forma organizada y desde distintos asentamientos, bajaban hacia el vallado fronterizo.
Diferentes grupos fueron confluyendo conforme se acercaban al vallado anti-intrusión, formando un gran conjunto compuesto por unas ochocientas personas que iba guiado por los conocidos en el argot como "los ancianos" o "guías", personas conocedoras del terreno y de los medios tanto humanos como físicos con los que pueden encontrarse en su camino.
El primer grupo de inmigrantes, que era el más numeroso, estaba formado por unas seiscientas personas y fue localizado por el helicóptero de la Guardia Civil a un kilómetro del vallado, siendo determinante su localización para evitar su llegada a la valla y el salto masivo programado. Ante su localización, estas personas adoptaron tácticas evasivas, como echarse cuerpo a tierra y ocultarse entre la maleza y los árboles, permaneciendo inmóviles para no ser vistos por las Fuerzas de Seguridad marroquíes que, en este caso, fueron alertadas.
Los intentos de salto masivo por parte de este alto número de inmigrantes fueron constantes durante toda la noche, disgregándose el grupo principal en otros parciales de unas doscientas personas cada uno, que intentaron acercarse al vallado por diversas zonas, siendo éstos siempre localizados de nuevo por el helicóptero del Instituto Armado, primero con las "cámaras térmicas" y después con los "focos de alta intensidad", lo que permitió activar la alerta a las fuerzas policiales terrestres de ambos lados del vallado y evitar un nuevo asalto masivo al mismo conforme intentaban acercarse una y otra vez, al no contar con el elemento sorpresa.
El último intento se realizó sobre las 06:30 horas, por un grupo formado por unas treinta personas, por la zona conocida como el "V Pino", próxima al aeropuerto de Melilla, siendo abortado por el amplio despliegue dispuesto en el lugar por fuerzas de la Guardia Civil.