El grupo del PSC en el Parlamento catalán ha visualizado este miércoles en el arranque del pleno la nueva situación de los diputados díscolos Joan Ignasi Elena, Marina Geli y Núria Ventura, a los que ha cambiado de escaño para sentarlos juntos en la última fila que corresponde a los socialistas catalanes, la que comparten con C's.
De esta forma se hace visible en el hemiciclo el nuevo estatus de estos tres diputados, después de que el PSC decidiera suspenderles de sus cargos parlamentarios y no expulsarles haber roto la disciplina de voto sobre la consulta secesionista en el pleno de la semana pasada sobre el traspaso de las competencias para convocar referendos.
Con esta medida cautelar, a la espera de que se pronuncie sobre ellos la Comisión de Garantías del PSC, los tres no podrán intervenir en el pleno en nombre del partido, por lo que no podrán defender interpelaciones ni mociones, ni hacer preguntas al Gobierno catalán.
A esta medida se ha sumado otra, según pudo saber esRadio: los tres diputados rebeldes tampoco han podido acudir a la reunión que el grupo parlamentario socialista celebra cada miércoles antes de la sesión de control en el parlamento. La dirección lo desmiente, pero fuentes próximas a los díscolos del partido informaron a la emisora de que se les recomendó no asistir.
La agitada situación en el partido está en cualquier caso lejos de calmarse. Esta tarde, una delegación de miembros de la corriente crítica del PSC Avancem ha entregado una carta de protesta al partido en la que afirman que la dirección del grupo socialista "no está habilitada" para arrinconar a los diputados díscolos.
En la carta se defiende que la dirección socialista no debería poder tomar este tipo de decisiones sobre los díscolos porque "forma parte del mismo conflicto y utiliza su superioridad jerárquica" para imponer su criterio.