Esperanza Aguirre manifiesta en su artículo semanal en ABC su desazón por la marcha de Ortega Lara a Vox, el nuevo partido que ha fundado junto a otros "prominentes militantes del Partido Popular" como Santiago Abascal.
Tras relatar el cautiverio de Ortega Lara a manos de ETA, Aguirre señala que "no eligió ser víctima ni eligió ser héroe" y que "se mostró orgulloso de su partido y de su presidente", entonces José María Aznar, "por haber permanecido firme ante la amenaza de de ETA de matarlo si no se trasladaban los presos al País Vasco". En opinión de la presidenta del PP de Madrid, Ortega Lara "nos dio a todos una lección de civismo y de patriotismo, que, desgraciadamente, parece que no todos recuerdan".
"Para el Partido Popular, como para cualquier partido democrático del mundo, tener en sus filas a Ortega Lara es un lujo de valor incalculable. Sin temor a equivocarme creo que, a su lado, todos los demás podemos llegar a ser prescindibles", dice Aguirre.
No tiene reparos la expresidenta de la Comunidad de Madrid en reconocer que "me duele que ahora patrocine un partido que defiende un programa que, en esencia, es igual al que defendemos la práctica totalidad de los que seguimos dentro. Y por eso me sorprenden las declaraciones de algunos dirigentes de mi partido en las que, o bien le niegan a Ortega Lara la autoridad para opinar sobre los nacionalismos, o bien le acusan de haberse ido a la derecha, como si defender la unidad de España no fuera un deber de todos los españoles, de derechas, de izquierdas y de centro".
Por ello, Aguirre insta a su partido a que "se tiendan todos los puentes posibles para recuperar a eminentes militantes, como Ortega Lara, a los que habría que incorporar, con sus ideas y con sus experiencias, al proyecto del gran partido de centro-derecha que tiene que liderar la solución de los problemas que hoy acechan a los españoles".