El Mundo dice que "el fiscal presenta a Castro como un ignorante y un 'conspiranoico". Y eso que eran amigos. Esto Pedro J. no se lo esperaba. Está que echa humo. "Será difícil encontrar en los anales de la historia judicial de este país un escrito tan denigratorio y falto de respeto hacia un juez como el que suscribió ayer el fiscal Pedro Horrach", dice con estupor. "Estamos ante una flagrante falta de respeto que roza el insulto, ya que el fiscal bien podría haber rebatido los argumentos de Castro sin intentar ridiculizarle y presentarle como un ignorante". Es lo que tienen los amigos, Pedro, que se dicen cosas muy feas, pero luego se perdonan. "Si está tan convencido de que el juez Castro carece de indicios para imputar a la infanta, lo que debería haber hecho es recurrir su decisión. Pero no ha querido correr el riesgo de que la Audiencia de Palma respalde esta vez a Castro y ha aprovechado este auto para intentar deslegitimar al juez, haciendo el trabajo sucio de los ultramonárquicos". Qué va, Pedro, los ultramonárquicos se valen ellos solitos. Y termina con un soplamocos a Gallardón. "Como la fiscalía es una institución jerarquizada y los fiscales están sometidos a mandato imperativo, no cabe llegar a otra conclusión sino que la actuación está ordenada por el fiscal general, que es una figura dependiente del Gobierno".
A Raúl del Pozo todo esto le huele a chamusquina. "Uno se queda pasmado al presenciar la riña entre un juez y un fiscal en medio del plató (...) ¿Todo esto es teatro o acuerdo entre armiño y puñetas? Cualquiera lo sabe", pero al final "se rondará el sobreseimiento y la infanta quedará libre".
El País abre con Cuba. "La UE inicia el deshielo en las relaciones bilaterales con Cuba". "Rajoy apoya la nueva política y rompe con la mano dura de Aznar". No me extraña que Rajoy adore a Prisa, si es que le trata de bien. Sobre el tema del día titula que "el fiscal acusa al juez de imputar a la infanta con teorías conspirativas". Debe estar Cebrián muy afectado, porque hasta editorializa sobre ello hoy mismo y no lo deja para mañana o pasado. Dice El País que "se trata de un recurso encubierto", "no exento de interés y de buenas razones" pero "cuyos argumentos quedan enmarañados en las acusaciones que vierte contra el juez", que se le ha ido la olla, vamos. "Si el fiscal cree que estamos ante una conspiración, la sociedad debería conocer los elementos en lo que se basa para lanzar esa sospecha". También se lleva lo suyo Gallardón, que "no ha estado acertado al intervenir en la polémica" sobre el paseíllo. "Una polémica para el consumo de charlista no necesita la intervención de un miembro cualificado del poder ejecutivo, sobre todo en una materia que no es de su incumbencia", metomentodo, que eres un metomentodo.
"Conspiración contra la infanta", titula La Razón. Cojan las palomitas y apaguen el móvil. A Marhuenda le viene al pelo para poner al juez a caer de un burro, uno de sus pasatiempos favoritos. Que si "exhibe una deficiente preparación técnica", que si "parece desconocer en ciertos pasajes de su auto los rudimentos del derecho", que si "basa la imputación en dudas y conjeturas", que si tiene "intereses espurios". Como un trapo. Frente a esta birria de auto, "el escrito de Pedro Horrach es irreprochable y está sólidamente argumentado".
Pilar Ferrer aporta el drama personal a la película y cuenta que el fiscal y el juez han reñido, que el caso de la infanta "ha dado al traste con una amistad ya truncada". "Tal vez, nunca un fiscal ha llegado tan lejos en sus acusaciones hacia su antiguo amigo (…) Es, en toda regla, una amistad rota, quebrada ya sin remedio". Oooh. Ussía está de un humor de perros con el asunto del paseíllo y la toma con El Mundo. "Son setenta pasos que separan la rampa de la puerta, según nos ha informado El Mundo con elogiable precisión. Pueden ser menos, por cuanto la infanta tiene las piernas más largas, con toda probabilidad, que la corresponsal que ha medido la distancia". Caramba, si que estamos tiquismiquis. "El paseo vejatorio no lo obliga la justicia, sino el resentimiento, la demagogia y la condena previa que la infanta ya ha asumido", pobriña. "No creo que el paseíllo de la infanta merezca la portada y generosidad de espacio que le ha dedicado un gran periódico. No es serio. Resulta obsesivo". Lo que quieren es el "llanto, la imagen morbosa, el desmoronamiento anímico de una mujer", porque somos malos, muy malos, somos "una nación dominada por el rencor, el revanchismo y la demagogia". Pero sólo cuando se trata de la Corona, eh, si se trata de UGT o el PSOE o el 15-M puede uno decir lo que le pete, que Ussía no se va a molestar.
A ABC se le nota hartito del tema y abre con el PSC. "Cataluña rompe al socialismo. Rubalcaba, incapaz de controlar la rebelión del PSC". Se muestra prudente en el titular sobre el caso infanta. "El fiscal acusa a Castro de teorías conspiratorias contra la infanta Cristina". "Guerra abierta entre el fiscal y el juez del caso Noos". En el editorial queda claro que está hasta el gorro del esperpento judicial porque le suelta varios sopapos al fiscal. "No deja títere con cabeza al revisar el auto. Lo lógico es que lo hubiera recurrido si su desacuerdo es tan radical", leñe, que ya está bien de tontunas y frivolidades. Y de la conspiración ni hablamos. "Las referencias de Horrach a una conspiración de la que se hace eco Castro para imputar a la infanta se enmarcan en ese derrotero inusual por el que discurre esta investigación". Uy, pues espera a que responda hoy Castro, con la mala uva que tiene. Va a ser la monda verlos como dos verduleras a costa de la infanta.