Dos dirigentes del PSC dejan la ejecutiva para presionar a Navarro

La exdiputada del PSC en el Parlamento catalán y precandidata a las primarias por Barcelona Laia Bonet ha anunciado este jueves que abandona la ejecutiva del partido y que renuncia a ocupar un escaño si pudiera acceder como consecuencia de una eventual expulsión de diputados que voten en contra del mandato de la dirección en la petición al Congreso para pedir que ceda la competencia para convocar la consulta.

"Lamento que entre mantener la unidad del grupo parlamentario socialista en el Parlamento o la del grupo socialista en el Congreso, se haya optado por la segunda", ha expuesto en un articulo colgado en su página web personal.

Por ello, ha asegurado que, en coherencia con este posicionamiento, ha decidido renunciar a seguir formando parte de la ejecutiva del PSC, además de tachar de "muy grave y negativo que se amenace de expulsar a aquellos compañeros que han expresado sus dudas o posicionamientos contrarios".

Una hora antes, la diputada Rocío Martínez-Sampere decía que acatará, aunque "no la comparte", la disciplina de voto del partido y votará "no", mientras ha anunciado su dimisión de la dirección de los socialistas catalanes.

En declaraciones a los medios antes del inicio del pleno extraordinario del Parlament, la diputada ha señalado que, finalmente, no se abstendrá, porque "no sería relevante en términos de que Cataluña consiga sus anhelos legítimos", pero que, por sus discrepancias con la cúpula, ha presentado su "renuncia" a la comisión ejecutiva del PSC, de la que forma parte.

La diputada socialista también ha pedido que no se expulse a los diputados díscolos, por los que ha demandado "comprensión y respeto" por la decisión que acaben tomando, sea cual sea.

Los tres diputados críticos con la dirección del PSC, Marina Geli, Joan Ignasi Elena y Núria Ventura, han decidido finalmente no acatar la disciplina de voto y votar 'sí' a la propuesta del Parlamento catalán para solicitar la transferencia de competencias para referendum al Gobierno. Ello les podría acarrear la expulsión del partido, si Pere Navarro cumple su amenaza con los díscolos.