Ha ocurrido a las primeras horas de la tarde en el domicilio de uno de los trabajadores ugetistas despedidos el pasado año que, precisamente, acaba de ganar el juicio laboral interpuesto contra la central sindical siendo su despido, como el de otros, declarado improcedente.
Fuerzas de seguridad se dirigieron a su domicilio con el fin de proceder a un registro del mismo así como a la retirada de material informático debido a que la UGT tiene interpuesta una denuncia para averiguar cuál de los despedidos ha sido la fuente o las fuentes que han conducido al descubrimiento de todo el engranaje de corrupción que gangrena al sindicato socialista andaluza.
Es el primer hecho relevante que ocurre a los dos días de ser elegida secretaria general Carmen Castilla que, como sus antecesores, Francisco Fernández Sevilla y Manuel Ferrer, ambos ya apartados de la dirección del sindicato, parece más inclinada a saber quién y cómo se ha filtrado la información que en limpiar y dar explicaciones a los ciudadanos del comportamiento irregular del núcleo dirigente de UGT al que ella ha pertenecido desde el año pasado.
Mañana se espera una rueda de prensa del ugetista cuyo domicilio ha sido registrado y, según las fuentes consultadas, él y su familia están realmente indignados por el comportamiento de UGT.