Después de que la presidenta de la Junta, Susana Díaz, ofreciera el pasado miércoles al PP-A, por vez primera en la historia reciente, participar en los nuevos acuerdos de concertación social que se establezcan, junto con otras asociaciones de carácter laboral como las cooperativas, el vicepresidente de la Junta, Diego Valderas, dirigente de IU, dijo que el PP-A "no tiene hoy horizonte, liderazgo, ni nadie que pueda ser una referencia estable, útil y solvente". Es más, con una amnesia histórica preocupante, acusó al PP de no pensar con grandeza y promover la confrontación -recuérdese que Diego Valderas llegó a ser presidente del Parlamento andaluz en 1994 con el apoyo parlamentario del PP andaluz.
Ahora, Valderas dice que cada vez que el Gobierno andaluz ha tendido la mano, "el PP-A no sólo no la ha estrechado, sino que, a veces, la ha mordido". Pero, sin solución de continuidad, añadió que el diálogo para la concertación social tiene que ser "abierto y no excluyente". Valderas, empero, quiso hacer hincapié que en este diálogo, en el que si bien los partidos tienen cosas importantes que decir, es la sociedad y quienes la representan en el terreno económico y social, los que tienen que tener un papel principal.
Contradictoriamente, el mismo Valderas, hace unos días, señaló, y así lo han corroborado muchos dirigentes de IU, que el modelo de concertación social diseñado por el ex presidente socialista Manuel Chaves, que se limitaba a UGT, CCOO, CEA y Junta y que se ajustaba a la distribución de dineros para la formación profesional, ha fracasado.
Valderas sigue por tanto el criterio del coordinador general de IU en Andalucía, Antonio Maíllo, que descalificaba la representatividad del PP, que es el partido que ha ganado las últimas elecciones andaluzas. Maillo afirmó que en los acuerdos de la concertación social caben "todos", pero el Partido Popular "no tiene voz en Andalucía" sino que es "brazo ejecutor de Madrid".
El PP acusa a IU de tener venas dictatoriales
La cada vez más proyectada vicesecretaria de Organización del PP-A, Ana Corredera, se refirió a estos dirigentes a los que "no les pueden salir esas venas dictatoriales de las que la oposición no tiene nada que decir". Se refería a este pacto del Tinell a la andaluza, en el cual se pretende que el PP quede apartado del gobierno y la gestión de Andalucía a pesar de ser el partido ganador de las últimas elecciones.
Añadió que no son propias de la democracia estas declaraciones. "Creo que todos tenemos mucho que decir, y que al señor Maíllo se le olvida que somos la primera fuerza de Andalucía y que un pacto legítimo de perdedores hace que sean ellos los que estén en el Gobierno. Pero tenemos mucho que decir porque los andaluces así lo han querido", mantuvo.
El PP "ha tendido la mano antes que la Junta" en la concertación, defendió, argumentando que en esta cuestión "tiene que haber mucho diálogo, mucha pluralidad y que la concertación se abra a más agentes sociales", como, por ejemplo, los ayuntamientos andaluces. Por ello, propuso como interlocutor a la Federación Andaluza de Municipios y Provincias -FAMP-, que preside la popular Ángeles Muñoz.
En la línea de ampliar la concertación social andaluza, el secretario de Acción Sindical de CSIF-A, Francisco Hidalgo, defendió que su sindicato esté en los acuerdos de concertación y recordó, en ese sentido, que hay sentencias del Tribunal Supremo que la Junta se niega a ejecutar en la que se reconoce la marginación de esta organización por parte de la Junta y del PSOE, CCOO, UGT e IU.
CSF expresó su temor de que Susana Díaz acepte el mantenimiento del veto de CCOO y UGT hacia su sindicato para que no participe en la concertación.